Los Veinticinco Estados miembros de la UE pidieron hoy a la Comisión Europea durante la reunión del comité textil de la Unión una "solución urgente" para la avalancha de textiles chinos que se encuentran retenidos en las aduanas comunitarias porque se han sobrepasado las cuotas pactadas entre Bruselas y Beijing para el año 2005. Una misión de expertos del Ejecutivo comunitario viaja ahora al país asiático para negociar con las autoridades chinas.
"En la reunión hubo un acuerdo claro y general sobre la urgencia de (resolver) la situación de las importaciones textiles procedentes de China que se encuentran bloqueadas", dijo la Comisión a través de un comunicado. "Ha habido un acuerdo claro y general sobre la necesidad de una solución", añadió.
El comisario de Comercio, Peter Mandelson, que no estuvo presente en el encuentro, expresó su satisfacción por el hecho de que todos los Estados miembros hayan reconocido la "urgencia" de resolver lo que supone un "serio fallo" en la aplicación de los acuerdos entre China y la UE para reintroducir las cuotas en el textil.
A su juicio, es necesario encontrar una "solución pragmática" que resuelva el problema de los textiles que se amontonan en los puertos europeos. "Con buena voluntad de todas las partes podemos conseguirlo", señaló.
Mandelson reconoció que las protestas de los distribuidores no son injustificadas, aunque recordó que el acuerdo con China se preparó durante "meses y no días" y que todo el mundo lo aceptó "con los ojos bien abiertos".
El Ejecutivo comunitario considera que el pacto entre Bruselas y Beijing se mantiene vigente porque constituye un enfoque "razonable y equilibrado" a los problemas que provocó la liberalización del textil el 1 de enero de 2005.
"El acuerdo responde, de común acuerdo con los chinos, a la necesidad temporal a corto plazo de responder a las presiones políticas y los enormes miedos de la opinión pública a que las exportaciones de textiles chinos se tragaran los mercados europeos y desplazaran los productos de otros países en vías de desarrollo", dijo Mandelson.
Como los textiles chinos sigan retenidos en las aduanas (y puertos), podríamos ver una rebaja de existencias en las tiendas, y un incremento de los precios (de productos procedentes de otras partes).. cosas de la globalización..
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