20050917

Cosas que no se ven en televisión de la Cumbre de la ONU

Durante la Cumbre Mundial de la ONU se podría escribir todo un libro sobre lo que se ve y escucha en los pasillos y salas privadas de este recinto. Por ejemplo, el jueves, un famoso cantante caminaba a sus anchas hablando profusamente con cualquier reportero que se le acercara.

Se trataba de Bob Geldof, el artista que está a la cabeza de los conciertos mundiales de Live Aid, que se celebraron recientemente con músicos como Madonna, Shakira, U2 y demás.

En medio de tanto político y diplomático, unas palabras en exclusiva de Geldof eran material muy apetecible para editores y productores.

Un reportero de una cadena de radio de Colombia se perdió lo que hubiera sido una primicia para él, hablar al aire con Geldof, de no haber estado cubriendo una rueda de prensa del presidente español José Luis Rodríguez Zapatero.

En el primer piso del edificio hay una serie de salas donde se realizan reuniones a puerta cerrada. También el jueves, la entrada a uno de estos salones se vió inundada de periodistas que trataban de obtener una foto o una declaración de funcionarios de alto nivel de Israel y de Qatar, que iban a dialogar sobre la región.

La cumbre fue aprovechada por numerosos países para abordar diferentes temas, por lo que hubo encuentros en salas privadas de árabes e israelíes, representantes del Reino Unido con nigerianos y hasta de colombianos con suecos.

En una de las reuniones, abierta a la prensa, el presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, dialogaba amenamente con el primer ministro francés, Jacques de Villepin, que demostró tener un español casi perfecto.

Se produjeron asimismo numerosos encuentros entre países desarrollados e Irán, a fin de continuar con la presión al país árabe para que cesara sus actividades nucleares. Por otra parte, docenas de países buscaron firmar un documento que prevenga el terrorismo nuclear.

El miércoles, cuando se inauguró la cumbre, los periodistas que iban a cubrir el evento tuvieron que esperar hasta una hora y media en una fila para entrar al recinto, a raíz de las estrictas medidas de seguridad. Para algunos reporteros mexicanos la espera fue fatal, ya que su presidente, Vicente Fox, estaba hablando en esos momentos.

En un pasillo del segundo piso, el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Joshcka Fisher, caminaba con tranquilidad sin guardaespaldas alguno y acompañado de un asesor. Por ese pasillo también pasaron el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien en cambio tenía un amplio círculo de seguridad, y otros tantos dignatarios.

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