20051105

Al menos 900 coches incendiados y 250 detenidos en la noche más violenta en los suburbios de París

Más de 250 personas fueron detenidas y cerca de 900 coches fueron quemados en la novena noche consecutiva de disturbios callejeros en París y sus alrededores, así como en otras ciudades de Francia, a pesar de un reforzamiento de la presencia policial, según el último balance de las autoridades galas, mientras el ministro del
Interior francés, Nicolas Sarkozy aseguró que la quema de vehículos "costará caro en términos de condenas" y apela a la firmeza del Gobierno contra la violencia.

Varias guarderías y una escuela sufrieron incendios esta madrugada y las revueltas se extendieron a Nice, Lille, Marsella y Toulouse. Hordas de jóvenes destruyeron un total de 897 vehículos, 656 de ellos en los suburbios parisinos, según explicó el fiscal principal de la capital, Yves Bot, mientras que la Policía aseguró que había detenido a 253 personas.

El primer ministro francés, Dominique de Villepin, se reunió hoy con ocho de sus ministros con objeto de "analizar la evolución de la situación en las áreas urbanas sensibles".

En el encuentro participaron ocho ministros del Gabinete: el de Empleo, Jean-Louis Borloo; el de Economía, Thierry Breton; el de Educación, Gilles de Robien; el de Justicia, Pascal Clément; el de Igualdad de Oportunidades, Azouz Begag; la de Cohesión Social, Catherine Vautrin; y el del Presupuesto, Jean-Francois Copé; además del propio Sarkozy.

Al término de la reunión, Sarkozy señaló que el Gobierno se mantendrá "unánimemente firme" contra la violencia, afirmó el ministro del Interior. "El Estado republicano no puede aceptar la violencia", declaró.

Las declaraciones del ministro del Interior en la que, la semana pasada calificó a los manifestantes de "escoria", podría según muchos haber agravado la situación, que se tornó especialmente seria tras publicarse varias informaciones en las que se decía que la Policía había lanzado granda de gas lacrimógeno cerca de un mezquita.

La ola de violencia nació en Clichy-sous-bois, otra localidad del departamento, tras la muerte accidental de dos jóvenes cuando se creían perseguidos por la Policía. El abandono de estos barrios, el paro, la marginación y la delincuencia, explotaron en forma de enfrentamientos contra la Policía y de vandalismo.

EN ALERTA

Mientras, las autoridades hicieron un llamamiento a la calma ante la posibilidad de que haya más disturbios en las noches venideras. Los encapuchados dispararon contra un autobús destruido, prendieron fuego a una bodega e incendiaron 44 coches en la localidad de Suresnes, al oeste de París.

Asimismo, atacaron con piedras a los servicios de emergencia que trataban de atender a un individuo que había sufrido una intoxicación e incendiaron su ambulancia, según informó la Policía. Los incidentes, sobre todo en forma de incendios, se registraron en Lille, Toulouse, Rouen y en otras muchas localidades de Francia, en la segunda noche en que la violencia se propaga a zonas situadas fuera del área metropolitana de París.

Por otra parte, fue atacada una sinagoga de Pierrefitte, al noroeste de París, donde se produjo un apagón después de que un coche en llamas alcanzara un poste eléctrico. Un centro de operaciones del Ministerio galo del Interior que está dando seguimiento a las revueltas callejeras, indicó que más de 900 vehículos habían resultado destruidos en todo el país.

La cifra, que aún no es definitiva, reveló un notable incremento en comparación con los más de 500 coches quemados la noche precedente. Igualmente, el número de arrestos superó los 250.

De estas 253 personas, todas excepto 20 fueron arrestadas en la región de París, según informó el portavoz de la Policía Patrick Hamon. La noche anterior, la policía detuvo a 78 personas, indicó el portavoz.

Mientras tanto, cientos de personas se han manifestado hoy en diferentes suburbios de la capital francesa para protestar contra la violencia surgida e los últimos días.

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