20120629

Nepotismo, robo, sobresueldos, caraduras..

La empresa municipal de Reus era una balsa(bassa) de aceite antes de la entrada de la CUP en el Ayuntamiento

Dimite el presidente del ICS acosado por los escándalos en la sanidad catalana

El presidente del Instituto Catalán de la Salud (ICS), Josep Prat Domènech, presentó ayer su dimisión ante el consejero de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz.

Prat deja su puesto en el organismo público salpicado por las presuntas irregularidades que pudo cometer durante el ejercicio de sus cargos en empresas públicas y privadas del sector, tal como ha informado EL PAÍS. En un comunicado, Prat dijo dimitir “para poder dedicar todos sus esfuerzos a atender los asuntos que le afectan ajenos al ICS”. “He aceptado liberarlo para que haga frente a todos sus problemas”, dijo Ruiz.

El cúmulo de irregularidades, elevadas remuneraciones y presuntos casos de malversación de fondos públicos destapados en los últimos meses han puesto así punto final a la larga carrera de Prat en la sanidad catalana.

“En los últimos meses he sido protagonista involuntario de una serie de informaciones en las que se ha cuestionado de forma sistemática la compatibilidad de mis ocupaciones, la legitimidad de mi tarea al frente del ICS e, incluso, mi profesionalidad y honorabilidad”, expresó Prat en una carta que ayer envió a los trabajadores del ICS.

Prat, ingeniero naval de formación, ha sido un hombre clave en las últimas dos décadas en el sistema sanitario catalán.

Aterrizó desde los astilleros gallegos en el Ayuntamiento de Reus (Baix Camp) en 1985, cuando gobernaba el socialista Josep Abelló.

Este le encomendó sanear el deficitario hospital Sant Joan de Reus y, tras convertirlo en una sociedad anónima, empezó a forjar desde un año después otra decena de empresas, hasta llegar a formar todo un holding municipal, Innova, con un presupuesto de más de 300 millones anuales.

Prat dio su primer gran salto al Gobierno catalán en 1998, cuando Jordi Pujol le encomendó dirigir el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut).

Volvió a Reus en 2003, llamado por el socialista Lluís Miquel Pérez, para capitanear Innova, el proyecto que el mismo había gestado.

La reputación de Prat empezó a desmoronarse tras dos décadas de poder en la sanidad catalana al hacerse públicas presuntas irregularidades cometidas en Reus, desde donde extendía su influencia por el resto de la sanidad catalana. La tormenta estalló en enero de este año, tras una denuncia de la CUP de Reus ante la fiscalía de la Audiencia Nacional por presunta prevaricación debido a los cargos en empresas públicas y privadas del sector sanitario que Prat compatibilizaba.(ha bastado un sólo hombre justo, uno sólo trabajando.La CUP sólo tiene un concejal en el ayuntamiento)

Entonces, Prat ya presidía el ICS, con la misión de trocearlo y abrirlo a capital privado.

Pero a la vez también era vicepresidente de USP Hospitales, uno de los mayores grupos sanitarios privados de España.
(Oh casualidad!)


Además, seguía dirigiendo Innova.(Consorcio de empresas municipales.Que puta casualidad, joer)

Tras la denuncia de la CUP, Prat Prat tuvo que dimitir de sus puestos en Innova y USP e Innova, pero sin presentar su declaración de bienes. Días después, se dio a conocer que cobraba 280.000 euros anuales y contaba con Audi A6 pagado por Innova.

La empresa municipal de Reus era una balsa de aceite antes de la entrada de la CUP en el Consistorio en mayo de 2011.

Nadie se fijó en el evidente conflicto de intereses por compatibilizar los tres cargos hasta que la CUP llevó el caso a la justicia.

La CUP lleva batallando desde entonces para acabar con la opacidad de Innova y tras el abandono de Prat, se sucedieron un reguero de dimisiones en el Ayuntamiento auspiciadas por las peticiones de información de la formación independentista. El resultado es que hasta siete altos cargos y concejales del PSC, PP, CiU y ERC han cobrado dietas o sobresueldos irregulares de empresas municipales desde Innova en los dos últimos mandatos, mientras Prat era su director general. En la actualidad, Innova adeuda 216 millones de euros.


Además, Prat utilizó el holding de Reus para pagar 1,1 millones de euros al exdirector del CatSalut Carles Manté y al arquitecto Jorge Batesteza, también vinculado al CatSalut. El equipo de gobierno de Reus, formado por CiU y PP, decidió enviar al Tribunal de Cuentas y a la fiscalía estas facturas, aparentemente injustificadas. También la CUP y AraReus llevaron el caso a los tribunales.

El último escándalo de Prat reveló que se lucró con un centro de menores de la Generalitat.

El Departamento de Bienestar Social alquiló por 5.000 euros mensuales en un edificio propiedad de Prat, que el expresidente del ICS alzó justo cuando la Generalitat inició la búsqueda para ubicar un centro de menores en la zona.

El entonces delegado de Bienestar Social en Tarragona, Jordi Tous, que medió en el proceso, fue contratado poco después en Innova por el propio Prat con un sueldo de 89.000 euros anuales.

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