20121031

Antes de que termine 2013, la banca se habrá tragado otros 100.000 millones

Que el sistema financiero tiene problemas es notorio, pero el baile de cifras intenta confundirnos. Si sumamos todo los recursos que absorberán desde ahora hasta fin del año que viene entre recapitalizaciones y aportaciones del Banco Malo, el agujero negro de la banca se habrá llevado otros 100.000 millones.

Aunque el contribuyente pueda estar tranquilo porque el Gobierno se las ha ingeniado para no poner de forma directa el dinero, la verdad es que el agujero bancario (principalmente procedente de las antiguas cajas) tiene proporciones descomunales y aún hay que inyectarle el 10% del PIB para estabilizarlo, más o menos.

Si nos damos cuenta de la cantidad de dinero que se compromete en las operaciones de saneamiento y que ciertamente se hurta de otros empleos más provechosos para la actividad económica y el empleo, no tenemos más remedio que concluir que tal forma de acaparar los recursos financieros es una de las causas de la recesión que vivimos. Si sumamos el efecto expulsión que está induciendo la política fiscal del Gobierno, la recesión es una consecuencia tan lógica como nefasta, cuya salida no es sencilla y precisará tiempo, porque entre unos y otros están arrasando el sistema productivo.

¿Hay que pasar por esto? La respuesta es que quizás a estas alturas sí, pero sólo por la ineptitud de quienes han regido la industria financiera, sobre todo las cajas de ahorros, y los destinos del país. Si nos fijamos, ciertamente son los mismos, ya que los políticos han estado metiendo sus sucias manos en las cajas y en el presupuesto del Estado, con las consecuencias en uno y otro caso que todos conocemos. Cuando el público se queja de los políticos se muestra tibio, porque no hay grey que haya causado más males y que haya sabido autodepurarse tan poco como para dejar en puestos de alta responsabilidad a los más ineptos, corruptos y viciados seres que jamás hayan gobernado este longevo pero desafortunado país.

Nos quieren hacer creer que el saneamiento del sistema financiero saldrá del crédito a la banca concedido por Europa y que toda esa operación no nos costará un euro, pero nada más lejos de la realidad. El Banco Malo acaparará otros 60.000 millones del ahorro del público que no se transformará en créditos para nadie, sino en financiar el desastre inmobiliario que la codicia de unos y otros ha creado.

Si a esos 60.000 millones sumamos la disposición de al menos 40.000 del crédito a la banca, sale la bonita cifra de 100.000 millones que se habrán enterrado tan sólo para limpiar las tuberías del sistema. Veremos si cuando estén limpias alguien consigue un euro para mantener su negocio, si es que cuando le llegue ese euro aún sigue abierto. Porque en este país, hemos pasado del erre que erre, al ERE que ERE.

Saldremos, pero mientras tanto seguirán echando a gente de sus casas, seguirá la cola del desempleo y la clase media seguirá volatilizándose y engrosando las capas más deprimidas de la sociedad. Pero la banca tendrá sus 100.000 millones porque nos tiene a todos cogidos por... los Gobiernos.


Antes de que termine 2013, la banca se habrá tragado otros 100.000 millones

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