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Pseudodemocracia: El Congreso ha tumbado todas las ILP que los ciudadanos han presentado desde 1985

¿Cómo es posible que ninguna iniciativa popular sea aceptada por la casta?

¿De qué sirve votar si solamente podemos elegir lo que nos ofrecen y en la práctica los políticos no permiten nada que no proceda directamente de sus organizaciones?

Solamente ellos redactan los programas, y los votantes se limitan a elegir entre una u otra opción, sin poder aportar nada que no haya pasado por el filtro de los Partidos, que están sometidos a intereses económicos.

Y luego, cualquier parecido entre el programa y lo que acaba haciendo realmente el Gobierno de turno es pura coincidencia..

Hace falta una redefinición de la democracia, porque esto no es más que una dictadura de los Partidos. Nos estamos dejando manejar...




El Congreso ha tumbado todas las ILP que los ciudadanos han presentado desde 1985 - 20minutos.es



La voz del pueblo no se oye en el Parlamento. La herramienta principal que tienen los ciudadanos para pedir a las Cortes cambios en las leyes, la iniciativa legislativa popular (ILP), ha demostrado hasta la fecha que no tiene casi ninguna utilidad. El Congreso ha tumbado las 63 desde que en 1985 se presentó la primera


Algunas han sido estudiadas por el Hemiciclo; otras simplemente fueron inadmitidas a trámiteEn el contexto actual, en el que movimientos sociales como el 15-M, Rodea el Congreso o Stop Desahucios piden a los políticos que la opinión del ciudadano tenga más peso, las frías estadísticas revelan que todas las propuestas legislativas presentadas en el Congreso han sido rechazadas.

Algunas tras haber sido estudiadas por el Hemiciclo; otras simplemente inadmitidas a trámite, es decir, ni siquiera han sido debatidas por la Mesa del Congreso, como la última presentada en junio: proposición de ley sobre la eliminación de las prebendas de la clase política cesada.

La única excepción –si acaso parcial– se produjo con la iniciativa de 1997 de proposición de ley sobre reclamación de deudas comunitarias, ya que parte de la propuesta fue "subsumida" en la reforma de ley de propiedad horizontal de 1999.

La única excepción –si acaso parcial– se produjo con la iniciativa de 1997 de proposición de ley sobre reclamación de deudas comunitarias.
La iniciativa legislativa popular está en nuestra Constitución, pero no fue regulada hasta 1984. Y en 2006 sufrió modificaciones para dar validez a la firma electrónica. Y es que las ILP, única herramienta directa que tienen los ciudadanos para participar en la actividad legislativa, tienen que estar avaladas por la firma de más de 500.000 personas, lo que también refleja la importancia de lo que piden los ciudadanos.

Otras cinco ILP están a la espera de que el Congreso decida o no si las admite, tres de ellas basadas en medidas económicas: reversión de la congelación de las pensiones, regulación de la dación en pago y una ley para el empleo estable. Hay una sexta ILP tramitada, que pide una "ley sobre la mejora de los derechos de los consumidores y la protección de su vivienda". Pero no ha sido aceptada porque aún no está avalada por las 500.000 firmas.

Las ILP se pueden presentar en el Congreso con 500.000 firmas que las apoyen o sin las firmas, con un texto articulado de proposición de ley y una exposición de motivos. Luego el Congreso da nueve meses para recoger las 500.000 firmas. Si en ese tiempo las consigue, la Cámara Baja decide entonces si la acepta o no

16.000 peticiones

Los ciudadanos también tienen una segunda vía para hacer llegar a título personal sus reclamaciones, quejas, dudas o peticiones al Congreso. Entre las muchas comisiones en las que se organiza el Hemiciclo, está la de Peticiones. Presidida por un diputado del PP, este diario ha intentado sin éxito hablar con él para explicar su funcionamiento. Otras fuentes parlamentarias han explicado a 20 minutos que está comisión ya ha recibido más de 16.000 peticiones, 5.700 de ellas en la anterior legislatura, muchas de ellas motivadas por problemas económicos y laborales concretos.

No es una comisión legislativa, por eso solo tiene asignados ocho diputados, la comisión con menos parlamentarios. "No queremos ser un mero trámite administrativo, que recoge y analiza los escritos ciudadanos y los remite al órgano encargado de responderlos. Hemos pedido tener más peso, y que está comisión actué también como una especie de abogado defensor de los ciudadanos", señala la diputada de IU Caridad García. El PP ya tumbó en junio la figura del 'diputado 351', que pretendía que el ciudadano pudiera exponer personalmente sus peticiones en el Congreso.

La red canaliza las propuestas

El auge de internet y las redes sociales han facilitado el surgimiento de webs y aplicaciones que canalizan las propuestas ciudadanas y facilitan la suma de apoyos. Es el caso, por ejemplo, de la página Change.org (la antigua Actuable) especializada en la lucha por causas políticas y sociales.

Similares ideales dice mantener Avaaz.org, una plataforma que ya ha aglutinado más de 17 millones de miembros en todo el mundo. Otras, como petitiononline.com o peticiones.es están especializadas en la recabación de firmas de apoyo a causas.

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