20121227

Y ahora las constructoras también se encargan de nuestra salud

Y ahora las constructoras también se encargan de nuestra salud - madrilonia | blog de noticias sobre madrid

Las mismas constructoras que se enriquecieron en el boom inmobiliario construyen y gestionan servicios no sanitarios de siete hospitales de Madrid. ¿Nunca tienen suficiente? Las constructoras no son tontas, como hemos podido ver (tienen beneficios hasta en época de crisis), así que es obvio que si están gestionando los hospitales será porque es un buen negocio, es decir, esperan tener sustanciosos beneficios. Y así lo expuso el entonces consejero de sanidad, Juan José Güemes,[1] al presentar el Plan de Infraestructuras Sanitarias 2007-2011, en el hotel Ritz (!), a un auditorio de empresarios y aseguradoras, que habían pagado 1.200€ el cubierto, con el lema «Aproveche las oportunidades de negocio».

¿Nos costarán menos los hospitales construidos y gestionados por las constructoras? La respuesta es no y lo cierto es que nos costarán más. Hasta ahora, la administración pública sacaba a concurso la construcción de un hospital y acabada la obra, se encargaba de su gestión. Ahora, se saca a concurso una concesión de obra pública, por el que la empresa construye el hospital, gestiona servicios no clínicos y explota las zonas comerciales (que incluyen el parking, la cafetería y demás tiendas) y la Administración le paga una cuota o canon anual durante 30 años. Si sumamos el canon que pagamos durante los 30 años resulta una cantidad mucho mayor de lo que hubiera costado construirlo y gestionarlo por la forma tradicional. Por ejemplo, la construcción y equipamiento básico de los ocho nuevos hospitales de propiedad privada, costó alrededor de 840 millones de euros, por lo que con los pagos realizados durante estos cinco años, las empresas han recuperado ya el 92 % de lo invertido. Los contratos vencen en 2037 (aunque pueden ser prorrogados otros 30 años más), por lo que la inversión es inmejorable para los accionistas y un negocio nefasto para los contribuyentes. Hasta 2011 habremos pagado 776 millones de euros, cantidad con la que se podrían haber construido siete de los nuevos hospitales (Vallecas, Parla, Coslada, San Sebastián de los Reyes, Arganda, Aranjuez y Puerta de Hierro-Majadahonda supusieron unos 770 millones), que ahora serían centros completamente públicos, como denuncia CAS-Madrid.[2] También Ana González, secretaria de Política Social de CCOO señala este diferencial: la construcción de siete de los nuevos hospitales ha costado 650 millones de euros y la Comunidad habrá pagado al final de los 30 años de concesión 3.750 millones, unas seis veces más.[3]

Las empresas alegan que tienen que gestionar también los servicios no sanitarios (limpieza, mantenimiento…) pero, ¡oh, sorpresa! las propias constructoras tienen ramas de empresas de servicios que pueden desempeñar esas funciones. Y además, al llevarse los beneficios del parking,[4] cafetería y tiendas están ganando un canon extra encubierto. No salen las cuentas.

La financiación privada de las inversiones evita la aparición de deuda pública, ya que se traslada a otro capítulo de gasto, pero no se traduce en ventaja para los contribuyentes. Lo que ofrece este modelo no es más que un conjunto de mecanismos que altera el tiempo de los pagos y los flujos de beneficios. El hecho de que el sector privado adelante la financiación no ofrece a la administración «dinero nuevo». Recurrir a ella es una decisión política que poco tiene que ver con el gasto público, con el control del mismo o con sus límites, si no con la voluntad de hacer mayoritaria la gestión privada de la sanidad, convertir la sanidad en un negocio. Los que, de hecho, salen ganando son los directivos, los asesores financieros, los consultores, los abogados, los grandes bancos y las empresas que están compitiendo entre sí por llevarse los recursos públicos. Se garantiza a compañías privadas, muy afectadas por el hundimiento de los sectores más especulativos, rentabilidades superiores a la media del mercado durante muchos años. Por no hablar de la corrupción potencial, como se está viendo en la investigación en relación con las tramas de corrupción vinculadas al PP de la CAM: Hispánica S.A., que forma parte de la UTE a la que se adjudica la construcción del hospital de Aranjuez,[5] y Begar Construcciones y Contratas, que forma parte de la UTE a la que se adjudica el hospital de Vallecas.[6]

¿Podría ser peor que pagar más de lo necesario mientras hablan de recortes? Sí, que se deje de invertir en los hospitales públicos para pagar estos cánones inflados, justo lo que está haciendo la CAM. Sí, que la subcontratación de esas empresas de menos personal de limpieza aumente las infecciones hospitalarias. Todavía hay algo peor que enriquecer a las constructoras a costa de los contribuyentes. Poner en riesgo nuestra salud, deteriorando la calidad del sistema sanitario.

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