campeones en miseria y corrupción.. disfruten lo votado..
El índice de miseria pone a España por delante de Venezuela o Grecia
La incapacidad para salir de la crisis de nuestro país nos ha granjeado
un nuevo récord mundial negativo: somos el país del mundo con el mayor
índice de miseria, un indicador que consiste en la suma de las tasas de
desempleo e inflación. Según datos de Bloomberg, España ronda los 30
puntos de 'miseria', lo que nos sitúa a la altura de Sudáfrica y por
delante de países tan inestables como Venezuela o Argentina, o de otros
naciones rescatadas de la UE como Grecia. Incluso nos encontramos muy
por encima de Egipto, como se aprecia en el gráfico.
El índice de miseria español es una radiografía de la crisis: no ha
dejado de crecer desde 2007, cuando se encontraba en niveles de 10,89
puntos. Desde entonces ha vivido algunas correcciones puntuales
motivadas por la moderación puntual del IPC, pero dentro de una
tendencia claramente alcista y con fuertes tirones cuando se han
publicado cifras de paro especialmente negativas, como en marzo de 2010.
Por detrás de España, Croacia, Grecia y Venezuela tienen unos índices en
torno a 26 puntos, y ya en un escalón inferior encontramos a Argentina,
Portugal, Eslovaquia y Egipto en torno a 18 puntos. La media de la UE
se encuentra en 14 puntos. "Y España tiene la gran suerte de que no haya
un subíndice de miseria para los menores de 25 años, ya que
necesitaríamos un chart más grande para incluirlos", señala con sarcasmo
Tyler Durden de ZeroHedge.
La reciente Encuesta de Población Activa (EPA) certificó que la tasa de
paro en España se sitúa ya en el 26,18% de la población activa, con
prácticamente cinco millones de parados. Unas cifras que han hecho que
hasta Angela Merkel exprese su alarma, en especial por la gravedad del
paro juvenil -que alcanza el 55%-, y que han provocado que los dos
grandes partidos inicien acercamientos para alcanzar un pacto para crear
empleo. De momento, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha anunciado
algunas medidas para favorecer a los emprendedores, como la reducción de
cotizaciones para los autónomos.
A esto hay que sumar un IPC que cerró 2012 en el 2,9% a pesar de que la
contracción de la demanda interna -en buena medida por el paro
desbocado- y la necesidad de recuperar competitividad justificarían una
inflación mucho más moderada. Esta resistencia a la baja de los precios
en España divide a los economistas. Por un lado, están los que creen que
es inevitable que el país entre en deflación; y de hecho ven signos de
la misma. Es el caso de José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney,
que ve a España en “una dinámica claramente deflacionista”. “Todas las
circunstancias presionan a la baja los precios y la situación actual no
va a ser sostenible”, afirma.
Demasiadas rigideces en el IPC
Por otro lado, tenemos a los que creen que, aunque una reducción del IPC
sería deseable, es poco probable por las rigideces de los precios en
muchos sectores (principalmente la energía) y de los salarios, así como
por las continuas subidas de impuestos y de precios públicos para
enjugar el déficit público y tratar de cumplir con los objetivos
impuestos por Bruselas.
La última vez que se publicó este índice de forma oficial por parte de
la UE, se registraron "diferencias abrumadoras" por regiones, con
Andalucía a la cabeza, seguida por Extremadura y Canarias. En el otro
extremo, las comunidades con menor índice de miseria son País Vasco,
Navarra, Cantabria y Aragón.
No obstante, el 'reinado' de España puede verse amenazado en breve por
Croacia, que se incorporará a la UE en julio. Allí la población activa
es de las más bajas de Europa, en torno al 50%, y la tasa de paro ya se
encuentra en el 19%. Además, está experimentando un crecimiento de la
deuda pública tan meteórico como el de España, al pasar desde el 29,3%
del PIB en 2008 a una previsión del 63,6% en 2017.
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