La tesorera de Mujeres Progresistas creó otra ONG para recibir subvenciones
antonio r. vEgaabcdesevilla / sevilla
Día 29/01/2013 - 07.58h
La asociación de Josefa Lorence, vinculada al PSOE, recibió 26.000 euros
de la Junta para amueblar su sede y cerró meses después.
La Federación de Mujeres Progresistas de Andalucía funcionaba como el
juego de las muñecas rusas. Como matrioska mayor figuraba esta
federación vinculada al PSOE, que está en vías de liquidación tras
recibir 3,7 millones de euros en ayudas de la Junta. Dentro de ella se
insertaban otras sociedades y asociaciones que se superponían unas con
otras y recibieron a su vez subvenciones por su cuenta. Josefa Lorence
García, que en la actualidad figura como tesorera de Mujeres
Progresistas, jugó un papel clave en su gestación, tal y como pone de
manifiesto el informe del administrador concursal que se ha hecho cargo
de su liquidación, fechado el 19 de octubre pasado.
Lorence montó su propia ONG para captar ayudas, una suerte de franquicia
local de la federación que preside Alicia Vañó y que hasta 2010 tenía
su sede en la avenida 28 de Febrero de San Juan de Aznalfarache, un
municipio muy cercano a Sevilla. La inscribió con el nombre de
Asociación de Mujeres Progresistas de Andalucía Clara Zetkin en homenaje
a la socialista y feminista alemana. Curiosamente, en su origen ambos
colectivos compartieron sede, un local en el número 1 de la calle Pozo
en la capital sevillana. Pero esto no le impidió recibir una riada de
subvenciones del Estado (274.000 euros) y del Gobierno andaluz (26.000
euros) desde 2000 a 2009. La última ayuda la publicó el Boletín Oficial
de la Junta el 10 de febrero de 2009.
La entonces delegada del Gobierno andaluz en Sevilla, Carmen Tovar
Rodríguez, acordó concederle una subvención de 12.000 euros para
amueblar su nueva sede en el local de San Juan de Aznalfarache. Por
medio de esta resolución, firmada el 13 de noviembre de 2008, la
asociación montada por la tesorera de Mujeres Progresistas de Andalucía
consiguió pagar con fondos públicos dos terceras partes del presupuesto
que manejaba (18.000 euros) para comprar todo el equipamiento necesario
para que la ONG empezara a funcionar en su nueva sede en San Juan. Para
ello se acogió a una convocatoria pública de subvenciones en la
modalidad de «Infraestructuras a Entidades sin Ánimo de Lucro». Pero la
inversión fue en vano. Meses después, Clara Zetkin dejó de funcionar,
sin que la propia presidenta supiera precisar la fecha exacta del cierre
cuando ABC contactó con ella. Dos años antes, en 2007, volvió a recibir
14.000 euros de la Administración autonómica para el mismo fin.
Sin dinero para el alquiler
Lorence explicó que clausuró la sede porque «no podíamos pagar el
alquiler». Los fines de su asociación eran similares a los de la
federación matriz: promover cursos de formación en materia de igualdad e
interculturalidad, así como prestar asistencia a mujeres, inmigrantes y
colectivos vulnerables.
En la actualidad, la tesorera de la Federación de Mujeres Progresistas
está jubilada y ocupó un puesto de suplente en la lista que presentó el
PSOE en las elecciones municipales de 2003, candidatura que lideraba el
que fuera alcalde de la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache
durante diez años (1999/2009). Hasta 2011 Lorence formó parte de la
plantilla del Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache, gobernado por el
PSOE, en el área de Urbanismo. Lorence tiene una estrecha amistad con
Alicia Vañó, la presidenta de la ONG matriz, quien apoyó públicamente
como miembro de una plataforma la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba
a La Moncloa en las elecciones generales de 2011.
Mujeres Progresistas montó una empresa para facturar supuestos trabajos a sí misma
ANTONIO R. VEGAABCDESEVILLA / SEVILLA
Día 30/01/2013 - 12.08h
La tesorera era la administradora única de la sociedad, que nunca presentó cuentas
La Federación de Mujeres Progresista de Andalucía nació como una ONG
pero acabó convirtiéndose en un negocio gracias al goteo incesante de
ayudas públicas que recibió del Gobierno y de la Junta para realizar sus
actividades. En apenas tres años, desde 2009 a 2011, llegaron a la ONG
feminista que preside Alicia Vañó, próxima al PSOE, más de 4 millones de
euros, la mayoría (3,7) procedentes de distintas consejerías del
Gobierno andaluz, que incluso le subvencionó la compra de un local de
580 metros cuadrados en pleno Casco Histórico de Sevilla.
En 2007 la junta directiva de la Federación de Mujeres Progresistas de
Andalucía, inmersa ahora en un concurso de acreedores tras declararse
insolvente, acordó crear una empresa para facturar los supuestos
trabajos que no podía justificar con cargo a las ayudas concedidas,
según recoge en la memoria que la federación presenta al administrador
concursal que se ha hecho cargo de su liquidación.
Los planes cristalizaron con la constitución el 17 de enero de 2008 de
la Sociedad Andaluza de Mujeres con Iniciativas Empresariales Sociales
SL. Se creó con 3.005 euros de capital social. Como administradora única
figura Josefa Lorence García, la tesorera de la federación y presidenta
de la Asociación de Mujeres Progresistas de Andalucía Clara Zetkin,
integrada en la federación. Este colectivo, que tenía su sede en San
Juan de Aznalfarache (Sevilla) cobró a su vez 26.000 euros a través de
dos ayudas que la Junta le otorgó en 2007 y 2008 para comprar muebles y
equipamiento.
Federación y sociedad mercantil funcionaban como un bloque compacto,
dentro de un «holding» con ramificaciones en todas las provincias, donde
tenían asociaciones «franquicias» y delegaciones. El sistema era
sencillo. La federación recibía las subvenciones y la empresa facturaba
algunos trabajos que no podía justificar. Incluso compartieron en sus
inicios el mismo domicilio social, un local en el número 1 de la calle
Pozo, en la capital sevillana, hasta que la federación se mudó a la
calle Santa Clara, una sede sobre la que pesa un préstamo con el BBVA
por importe de 1,95 millones de euros que se ha ejecutado por impago.
También acumula un reguero de nóminas sin abonar a sus trabajadoras y a
la Seguridad Social que suman 432.089 euros.
Desde su constitución en 2008, la actividad de la empresa fue casi
inexistente. No consta que presentara nunca sus cuentas anuales en el
Registro Mercantil, a pesar de estar obligada a hacerlo, por lo que es
difícil precisar cuánto dinero facturó a la federación matriz. Lorence
corroboró la semana pasada a ABC que la empresa no funciona, lo que
contrasta con el hecho de que sigue apareciendo en el Registro Mercantil
como activa.
Tras analizar el balance contable de 2012 que le facilitó la ONG de
Alicia Vañó a efectos de liquidar la deuda que arrastra con los
acreedores (superior a los 2,8 millones de euros), el administrador
concursal concluye que «se trata de una entidad sin prácticamente
movimientos y con un activo no realizable». Además se da por hecho que
el cien por cien del capital de la empresa corresponde a la federación
aunque conste como accionista única su tesorera.
El objeto social de la sociedad abarca «la intervención social,
elaboración de estudios, asesoramiento y formación en materia de
igualdad de género, violencia de género, exclusión social, menores e
interculturalidad». Prácticamente no hay diferencias con la actividad de
la ONG. Lorence, además, aparece como administradora única en otra
empresa radicada en Mairena del Aljarafe (Sevilla) dedicada a la
construcción, reparación, mantenimiento y limpieza de inmuebles.
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