20130331

autosuficiencia urbana (1). El pan


autosuficiencia urbana (1). El pan

Sabido es que en los pueblos pequeños, en general,  no hay otra forma de sustento que la pluriactividad encaminada a la máxima independencia. En lugares donde no es posible el aumento de los ingresos (como sucede ahora también en las ciudades con esta crisis), éstas se sustituyen por los ingresos provenientes del ahorro en el consumo y la autosuficiencia.
Y en este sentido, los urbanítas podemos identificarnos con esta postura dentro de ciertos limites y que actualmente resulta no tener un margen tan estrecho como en principio aparenta...  El ahorro en el consumo energético, en el transporte, la actividad social e, incluso, la alimentación, ha de ser nuestra meta a perseguir...
Personalmente, he podido demostrar que pueden reducirse los consumos eléctricos en mas de un 70% sin disminuir un ápice en nuestro nivel de vida. La comprensión del funcionamiento de nuestra sociedad de consumo energético puede hacer el milagro, con pequeños cambios de costumbres y algunos pocos sistemas, de ahorros cercanos a los 500 euros anuales.

Hogaza de pan casero. La fabricación de pan en casa, es una de las satisfacciónes mayores que existen. Pero no solo a nivel culinario, sino también a nivel económico: son habituales ahorros de 600 euros anuales fabricando el pan en casa para una familia de cuatro personas; resulta muy difícil conseguir cantidades similares, con el ahorro en el consumo de energía eléctrica, por ejemplo
Actuando con mentalidad autosuficiénte, hay cosas que en una gran ciudad podemos hacer de forma incluso mas sencilla que en el ambiente rural: practicarla en algunos aspectos de la alimentación.
El cultivar un huerto urbano (incluso en macetas  y jardineras), del que poder recoger verduras todo el año; la fabricación casera del pan y pasta para autoconsúmo, y una política de abastecimiento para el congelado y conserva fuera de temporada, puede completar los ahorros energéticos hasta valores cercanos a los 2000 euros anuales, incluso, con una subida considerable en nuestro nivel de vida.
Variar la costumbre generalizada en nuestro país de celebrar las reuniones sociales en lugares comerciales, puede aumentar los anteriores ahorros (naturalmente dependiendo de cada usuario), hasta cantidades cercanas, en mi caso,  de los 3500 euros anuales.
Combinar el sano ejercicio del caminar por la ciudad para transportes relativamente cortos, la utilización de bicicleta o motocicleta para aquellos superiores a los 20km y el transporte público (incluido el taxi) para aquellos sin posibilidad de utilización de los dos primeros, en mi caso, suponen de hecho ahorros que, sumados a los obtenidos con los anteriores, se acercan a los 6000 euros anuales...
Inicio con éste una serie de pequeños estudios en los que analizaré las posibilidades que tenemos los que vivimos en grandes o medianas ciudades, de un ahorro económico bajando el consumo en base a su conocimiento y cambio de costumbres en su uso y, dentro de lo posible, por la autosuficiencia.
Como siempre, éstos no serán otros que los que realizo por costumbre, y casi a diario, para mi utilización personal. Considero que son absolutamente imprescindibles como complemento de los actuales nímios ingresos económicos, en el actual ejercicio de nuestra profesión...

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