autosuficiencia urbana (1). El pan
Sabido es que en los pueblos pequeños, en general, no hay otra forma de
sustento que la pluriactividad encaminada a la máxima independencia. En
lugares donde no es posible el aumento de los ingresos (como sucede
ahora también en las ciudades con esta crisis), éstas se sustituyen por
los ingresos provenientes del ahorro en el consumo y la autosuficiencia.
Y en este sentido, los urbanítas podemos identificarnos con esta postura
dentro de ciertos limites y que actualmente resulta no tener un margen
tan estrecho como en principio aparenta... El ahorro en el consumo
energético, en el transporte, la actividad social e, incluso, la
alimentación, ha de ser nuestra meta a perseguir...
Personalmente, he podido demostrar que pueden reducirse los consumos
eléctricos en mas de un 70% sin disminuir un ápice en nuestro nivel de
vida. La comprensión del funcionamiento de nuestra sociedad de consumo
energético puede hacer el milagro, con pequeños cambios de costumbres y
algunos pocos sistemas, de ahorros cercanos a los 500 euros anuales.
Actuando con mentalidad autosuficiénte, hay cosas que en una gran ciudad
podemos hacer de forma incluso mas sencilla que en el ambiente rural:
practicarla en algunos aspectos de la alimentación.
El cultivar un huerto urbano (incluso en macetas y jardineras), del que
poder recoger verduras todo el año; la fabricación casera del pan y
pasta para autoconsúmo, y una política de abastecimiento para el
congelado y conserva fuera de temporada, puede completar los ahorros
energéticos hasta valores cercanos a los 2000 euros anuales, incluso, con una subida considerable en nuestro nivel de vida.
Variar la costumbre generalizada en nuestro país de celebrar las
reuniones sociales en lugares comerciales, puede aumentar los anteriores
ahorros (naturalmente dependiendo de cada usuario), hasta cantidades
cercanas, en mi caso, de los 3500 euros anuales.
Combinar el sano ejercicio del caminar por la ciudad para transportes
relativamente cortos, la utilización de bicicleta o motocicleta para
aquellos superiores a los 20km y el transporte público (incluido el
taxi) para aquellos sin posibilidad de utilización de los dos primeros,
en mi caso, suponen de hecho ahorros que, sumados a los obtenidos con
los anteriores, se acercan a los 6000 euros anuales...
Inicio con éste una serie de pequeños estudios en los que analizaré las
posibilidades que tenemos los que vivimos en grandes o medianas
ciudades, de un ahorro económico bajando el consumo en base a su
conocimiento y cambio de costumbres en su uso y, dentro de lo posible,
por la autosuficiencia.
Como siempre, éstos no serán otros que los que realizo por costumbre, y
casi a diario, para mi utilización personal. Considero que son
absolutamente imprescindibles como complemento de los actuales nímios
ingresos económicos, en el actual ejercicio de nuestra profesión...
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