una mezcla de medias verdades (o mentiras) y populismo, sólo apto para mentes infantiles y analfabetos, que por otro lado es lo que abunda más en hispanistán..
Para empezar, una hipoteca es un pacto, y como se dice en latín: "Pacta sunt servanda" y es un principio básico del derecho civil (específicamente relacionado con los contratos) y del derecho internacional. Ahora resulta que unos analfabetos funcionales con mente infantil, incapaces de responsabilizarse de sus actos, quieren cambiar las reglas de juego a mitad de la partida. Pues en todo caso, deberían ser tratados como incapaces mentales, inhabilitados para votar y para tomar decisiones más allá de cuando ir a usar el servicio.
Recordar que más proscrito es el que alquila, que ni recibe ayudas del Gobierno, y encima tiene un estigma social a "pobre", en un país de analfabetos funcionales, que viven como ricos siendo pobres.. y es que el "derecho a la vivienda" no especifica que tenga que ser "vivienda en propiedad", pero se ve que "alquilar" no entra en la cabeza infantil de muchos.. pues a lo hecho, pecho..
Nadie firmaba una hipoteca obligado.. es más: había carreras para conseguir una, preguntando en distintas entidades.. y además el notario puede explicar el contrato (ésto para los analfabetos que no saben leer, que por lo visto son millones en hispanistán).. pues ahora que disfruten lo firmado..
A mi me dá más rabia ésto: "Porque un día al mafioso de mi comunidad se le ocurrió hacer una Ciudad
de las Ciencias, una visita del Papa, un Circuito Urbano, una America Cup y un aeropuerto peatonal ahora tengo yo una deuda inasumible".. y ésto aplicado a todas las Administraciones, que han despilfarrado como si no hubiera mañana, precisamente alentados por los analfabetos que ahora dicen que "no sabían lo que firmaban".. porque hay que ser muy tonto para firmar sin saber lo que se firma..
Colau: "Porque una vez firmaste una hipoteca, ahora vas a ser un condenado y un proscrito"
Ada Colau habla la lengua de los desterrados. Jerga del pugilista sin
toalla que tirar. Piedra de pequeño David: palabras en la honda,
rápidas, incisivas, certeras. El idioma que recientemente tachó a la
banca de "criminales" en el Congreso. Y que no consiente más tabúes ni
farsas políticas.
Un punto de fricción. Una madre iniciando un maremoto mediático. La voz
de los anónimos frente a las anónimas (S. A.). La extrañeza del sentido
común en tiempos del gran consejo de la ofuscación. Y así cambia el
imaginario: al ver a la gente corriente, poca cosa, gritar a sus
señorías desde la tribuna de invitados: "Sí, se puede".
Representa a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y no
aguanta más silencios cómplices. En cada ejecución hipotecaría puede
haber escondido un cadáver, físico o moral, oculto bajo la alfombrilla
de bienvenida.
No soportan la podredumbre que emana de la desesperación de miles de
españoles ejecutados civilmente. Es el grito de los 'empujados' por el
balcón, dejando tras de sí a hijas, madres y padres, y una fosa sellada
por masilla de lágrimas y cemento.
Este febrero, en el último momento –tenían al Partido Popular en contra–
consiguieron que el Parlamento admitiera estudiar su Iniciativa
Legislativa Popular (ILP), respaldada por casi un millón y medio de
firmas, y que exige la dación en pago y la paralización de los
desalojos. Días después se produjeron protestas en toda España. Hubo
también nuevos suicidios vinculados a los desahucios.
Así que entendamos esta entrevista como un combate. David se carga de
argumentos. El gigante parece no escuchar al pueblo. Primer golpe, llave
de defensa...
¿Cómo se para un desahucio?
El valor sale del apoyo mutuo. Tienes angustia, nervios terribles. Es
pegarte un madrugón. La mayor parte de los desahucios los hemos
detenido, pero nunca tienes la certeza. La persona afectada tiene que
estar preparada. Todas sus cosas, recogidas. Y cuando se logra parar,
esa tensión se desencadena y es un grito de júbilo. Y luego no es solo
que te atrevas con otro, sino que es una de las cosas más gratificantes.
Te das cuenta de que eres capaz de mucho más.
¿Qué desalojo ha marcado tu memoria?
Todos. Es uno de los actos más violentos que hay. Y lo increíble, que
una de las cosas más terribles se haya normalizado. No debería
normalizarse un acto tan violento como es poner todos los recursos del
Estado y su violencia, la Policía, los juzgados, etc., al servicio de
unos intereses privados para dejar a alguien en la calle sin realojo
alguno. Es imposible no implicarse. Es brutal.
Pero habrá uno paradigmático...
Te puedo hablar del primero. Parecía impensable. Lo paramos en la Bisbal
del Penedés. Que hubiera una persona dispuesta a salir públicamente
diciendo: "Me está pasando esto", con la estigmatización que hay de la
pobreza... Superamos un abismo. Lo dio Lluís. Y me parece significativo
porque era una de esas personas que cuando llegó a la asamblea de la
Plataforma nos asustó. Hablaba como un loco, y decía que iba a meter
bombas. Cosas que dice mucha gente. Cuando llega alguien así, te dices:
"Uy, este está fatal, la va liar"... y no. Es una persona dulcísima,
tiernísima, es un padrazo. Le habían dicho en servicios sociales que le
podían quitar la custodia de sus hijos. De loco no tenía nada, al
contrario, lo que estaba diciendo es que iba a defender a sus hijos por
encima de todo. Es muy simbólico, porque lo hemos parado hasta en cuatro
o cinco ocasiones. He perdido la cuenta. Y ahora sigue viviendo en su
casa, porque el banco no se atreve con él. También te puedo hablar del
último... Lola es madre de una hija y un hijo. Su hija estaba casada con
un hombre adorable, que toda la familia quería. Eran una familia
superfeliz, de clase media que se ganaban bien la vida, que no les faltó
nunca de nada, con una casa en el Paralelo (Barcelona). De repente él
se pone enfermo de esclerosis múltiple en plena crisis, y acaba
muriendo. A lo que es una tragedia durísima, se suma que descubren que,
quizás por la enfermedad, había dejado de pagar la hipoteca. Entonces
ellos intentan hablar con el banco porque quieren pagar, pero no les
ofrecen ninguna vía de solución ni de negociación. Se aprovechan de la
muerte de un enfermo de esclerosis múltiple para intentar quedarse con
la casa. ¡Es que estamos teniendo una paciencia!
A Ada le hierve la sangre
No se cansa de repetirlo. Hay una fuerza primaria que la sacude en una
dirección. Se ha convertido en un símbolo gracias al respaldo de miles
de personas que decidieron batallar a través de una pionera Plataforma
cuya filosofía es la unión frente al aislamiento y el egoísmo endémico.
Timón en esta odisea de los desahucios desde el inicio, denunciando el
"robo masivo" de sus añoradas Ítacas: la isla de la dignidad a la que ya
no pueden regresar, hogares construidos, en ocasiones, con sus propias
manos.
¿Se sabe cuántas personas están en la misma situación que Lluís o Lola?
Los datos son deficitarios. Pero aunque dispusiéramos de datos
cualitativos, hay un montón de información que no se está transmitiendo,
y que si se conociera creo que daría pie a una sublevación. Las
entidades que más están ejecutando son las que más dinero público están
recibiendo. Te hierve la sangre, ¿no? O que en el 80% de los desahucios
hay niños menores de edad. ¿Te imaginas todo el drama que eso supone?
¿Debemos
deducir que en España la vivienda no es un derecho real a pesar de que
el artículo 47 de Constitución lo garantiza y emplaza al Ejecutivo a
evitar la especulación inmobiliaria...?
Lo emplaza literalmente. Es un artículo precioso. El derecho a la
vivienda es real. Totalmente real. El derecho no depende de que una
Constitución lo recoja o no lo recoja. Los derechos humanos están
recogidos en la declaración de derechos fundamentales, están en los
tratados internacionales que el Estado español ha ratificado. Otra cosa
es que el Estado, a pesar de tener un mandato muy claro, no haya
cumplido. Han mercantilizado la vivienda. Y lo han utilizado como un
activo para un crecimiento a corto plazo que ha derivado en la burbuja
inmobiliaria.
¿Compartes que la burbuja fue una locura colectiva?
Sí que hay una parte de locura colectiva, pero fue una locura inducida.
No fue por arte de magia. Esto ha sido una política pública orquestada
que viene desde el final del franquismo, donde literalmente se dijo que
íbamos a convertir a este país de proletarios en una país de
propietarios. Una sociedad de propietarios es una sociedad más
conservadora, más domesticada, más individualista.
Pero la burbuja explotó en democracia...
Lo increíble es que cuando llegó la democracia se profundizó y amplió en
lugar de rectificar esta política, y con gobiernos de distinto color,
tanto del PSOE como del PP. Nadie informó sobre lo que podía pasar si no
se pagaban estas hipotecas.
¿El usuario de la banca suele estar en posición contractual de desventaja?
Nadie era consciente de estar asumiendo el mayor riesgo de su vida. Era
lo que el Estado te incentivaba a hacer con políticas concretas: un
alquiler que no era una alternativa real, una política fiscal que
desgrava la compra y no el alquiler, y además, la liberalización del
crédito, que hacía que los bancos pudieran prestar todo lo que quisieran
sin ningún control. No quedaba otra opción. Una locura colectiva sí,
habrá que hacer una reflexión colectiva para que esto no nos vuelva a
pasar. Pero claro, aquí había unos que eran mucho más responsables que
otros. Y sobre todo unos que han hecho grandes beneficios mientras que
otros lo han perdido todo.
La vicepresidenta del Gobierno defendió el derecho a fracasar de los ciudadanos...
Es una forma perversa de explicar esta historia. No era que la gente
quería arriesgarse y ha fracasado. No. La gente tenía una necesidad
básica. Todo el mundo sobreentendió, porque la entidad financiera así lo
hizo creer, que si no podías pagar vendías la vivienda y ya está.
Imagínate el impacto cuando pierdes el empleo, pierdes tu capacidad
económica, pierdes tu estatus social, puedes perder la vivienda, y
encima descubres algo que no sabías, que te quedas con una deuda de por
vida.
Una ejecución civil...
Esto no pasa en ningún país de nuestro alrededor. Es una anomalía.
Quedarse con una deuda de por vida significa ser un proscrito. La muerte
civil de las personas. No es solo que te pueden embargar una parte de
tu nómina, cuenta corriente, herencias, es que no puedes contratar una
línea telefónica, no puedes comprar una lavadora a plazos. Y el mensaje
del Estado es que, hagas lo que hagas, no te vas a poder recuperar. O te
toca la lotería o el sistema no te da ninguna salida. Porque una vez
firmaste una hipoteca para acceder a un bien de primera necesidad, ahora
vas a ser un condenado y un proscrito, un moroso de por vida. La gente
se hunde.
¿Qué se ha roto en España?
La democracia. Tenemos una democracia totalmente descafeinada y
superficial y hay que reformarla. Tenemos un sistema de partidos que
está encorsetado en el poder, y al que es muy difícil acceder desde la
ciudadanía. Y este sistema tiene una relación de dependencia obscena con
el poder económico en general, y concretamente con el financiero. Ha
habido una cesión de soberanía a poderes no democráticos, y hay que
recuperarla. Tenemos la democracia secuestrada.
Los banqueros han pasado de ser una institución básica, basada en la confianza, a que los tildéis de criminales...
Tienes toda la razón. Eran una institución de referencia. Yo me acuerdo
de mi abuelo, que está muerto, y que lo engañaron. Le habían vendido
productos de ahorro que eran una auténtica estafa. Era alguien humilde y
sencillo que había trabajado toda la vida y confiaba en el director de
su oficina. Esa imagen se ha roto. ¿Por qué? A un negocio especulativo,
transnacional y comercial lo único que le interesa son los números. Ahí
hemos descubierto que efectivamente no son de fiar.
¿Pero son realmente unos criminales?
Yo no criminalizaría a los empleados de banca. Hablamos del poder. Y de
los directivos que hunden entidades y luego se jubilan con pensiones
millonarias. ¿Pero cómo puede ser? Es perverso. Con esto hay que acabar.
Hay personas que están robando de forma sistemática, que se está
llevando el dinero público, hundiendo la economía, y luego se jubilan
con millones y millones.
Y por eso estáis subiendo el nivel de la protesta...
Es que no podemos más. Las acciones nunca las hemos hecho por capricho.
Al contrario. Todos nosotros tenemos ganas de vivir tranquilos. Cuando
llegamos a hacer acciones es que no nos queda más remedio. Hemos agotado
todas las vías. Quienes tienen en su mano acabar con esto, si no lo
hacen son directamente responsables. No queremos lágrimas ni caridad.
Queremos justicia. No vamos a ejercer nunca la violencia, pero no vamos a
dejar que vivan tan tranquilos en impunidad. Que se sepa que son
responsables del sufrimiento.
Madre de un bebé, ella se embarazó y embaraza. Tiene el don de la
fertilidad. Este mundo de mierda está preñado por otro", decía el
escritor Eduardo Galeano. Y ella lo secunda, pertenece a este útero
combativo. Transmite esperanza en la tormenta y amenaza a los médicos
financieros y a las parturientas políticas que diagnosticaron aborto al
considerar que el embrión (otro mundo posible) es un engendro sin
futuro.
¿Fue la estafa a tu abuelo lo que te motivó?
Fue una de tantas. Soy una persona sencilla, provengo de familia
humilde, de gente trabajadora, nunca he tenido la vida resuelta, al
contrario. En mi casa he pasado el miedo del desahucio, de alquiler, no
de hipoteca. Incluso de no poder comer.
Conoces lo que sienten los afectados en tus propias carnes.
Repetir macarrones con tomate muchos días porque solo había eso. No creo
que sea de las peores en absoluto, hay gente que lo ha pasado peor. Yo
empecé mi proceso de activismo de joven, siempre he tenido la inquietud
de luchar. Me ha parecido que resignarse era una mala vida. Me fui
metiendo en el activismo social, especialmente con la antiglobalización
en el 2001. Y de ese activismo, con la gente que ya estábamos metida en
los temas de vivienda, vimos que había un problema de
sobreendeudamiento, que había un burbuja aunque el Estado lo negaba, y
ahí empezamos a trabajar la idea de la Plataforma, en 2008, y la creamos
en 2009.
Has estudiado Filosofía. Te habrá ayudado...
Seguro que ayuda. Pero llegué a Filosofía porque tenía este carácter. Yo
creo que te ayuda a cuestionarte las cosas. Que es lo que más falta nos
hace hoy en día. Porque al final, el tema de la vivienda como muchos
otros es eso: una falta de democracia, una falta de debate colectivo, de
búsqueda de alternativas, de imaginar otras cosas posibles. Y es muy
sintomático que en nuestro sistema actual la Filosofía esté relegada a
asignatura maría y cada vez más discriminada.
También eres madre, ¿no?
Exacto. De un niño pequeño.
¿Has sentido que estás luchando por encima de tus posibilidades?
¡Pues algunos días, la verdad es que sí! De hecho, en casa hay una
reflexión colectiva sobre este tema (ríe). Todo esto es posible porque
mi pareja está igual de convencida que yo. Nos enamoramos dentro del
activismo. No concibo la maternidad como una cosa separada. Tener un
niño requiere sus momentos y su dedicación. Y algunas veces se está
resintiendo. Lo bueno es que creo que va a llegar el equilibrio, el
movimiento se está consolidando, por lo tanto habrá más caras visibles.
No soy nadie imprescindible, y voy a poder dedicarme más a mi niño,
seguro.
¿Te sientes parte del nuevo mundo que quiere nacer del viejo?
Totalmente. Es una imagen muy bonita, y más para una madre reciente;
todavía es más inspirador. Sí, las imágenes de maternidad y embarazo las
secundo y las aplaudo en este contexto.
Bertolt Brecht decía que cuando el viejo mundo muere, surgen los monstruos...
Es que por definición el poder jamás quiere renunciar a sus privilegios y
lo intenta exprimir hasta el último momento, y en esos momentos de
cambio importante se producen momentos durísimos y de tensión máxima.
Vivimos un momento histórico.
¿Te gustaría ser islandesa?
¡Pues no, me parece que hace mucho frío! (ríe). Prefiero vivir bien
aquí, y cambiar las cosas aquí. Pero desde luego Islandia es un modelo.
Un modelo de muchas cosas. Y del "Sí, se puede": se puede procesar a los
banqueros, no pagar la deuda ilegítima y condonar las deudas
hipotecarias infladas. Y además, está demostrando que es mentira que se
hunda el sistema por tomar esas medidas, sino que permite que se pueda
resetear la sociedad y volver a empezar.
¿Por qué no quieres entrar en política?
Me lo propusieron dos formaciones y les dije que no. No creo que la
política actual se vaya a resolver con ningún fichaje individual.
Estamos diciendo que hace faltan amplios procesos colectivos. Estoy
segura de que no me escogieron por ser una gran persona, sino por ser la
cara visible de algo más amplio. Cuando el movimiento valore que
alguien tiene que ir, ya lo decidirá. No tomaré yo esa decisión.
Vuestro
lenguaje se ha caracterizado por ser duro y directo contras las élites:
"criminales", "mafiosos", "estafa planificada", "genocidio
financiero"...
¡Pero es que lo que está pasando es más gordo de lo que nosotros estamos
diciendo! Es la realidad la que es contundente y radical. Y hace falta
verbalizarla. Si no, es control social. Hay gente que está muriendo,
nosotros creemos que asesinada, porque estas muertes se podrían estar
evitando, y se están produciendo solo por el afán de lucro incontrolado
de unos pocos. Eso es un genocidio. No tiene otro nombre.
¿Tenéis la sensación de ir ganando?
Bueno, es relativo. No podemos decir que vamos ganando cuando no dejan
de crecer cada año las ejecuciones y los desahucios, cuando aún más
gente está sufriendo, cuando los bancos cada vez reciben más dinero y
todavía no se ha cambiado la ley. Pero están las pequeñas grandes
victorias, estamos cambiando el imaginario, estamos haciendo que mucha
gente que estaba al borde del suicidio se haya empoderado y esté
luchando junto con los demás. Estas redes de solidaridad tienen una
fuerza imparable. Así que, pase lo que pase, sí, ya hemos ganado.
Demanda de mínimos
Denuncian en la PAH que no existen datos fiables sobre cuál es el número
de ejecuciones y desahucios en España. Los datos de los que disponemos
son los del Poder Judicial, y hablan de unas 400.000 ejecuciones desde
que empezó la crisis. Otro dato apunta a que en 2012 se produjeron
100.000 desahucios. "Una barbaridad. Somos el país de Europa que más
desahucia y el que tiene más viviendas vacías", espeta Colau.
El Gobierno ha postergado hasta 2014 dar más datos. La Plataforma se ha
visto obligada a elaborar sus propios informes, y aseguran que estamos
en una emergencia. Exigen unas medidas de mínimos recogidas en su ILP:
la dación en pago retroactiva, moratoria de los desalojos y una
respuesta de alquiler social. Aseguran que el 90% de la población apoya
sus demandas. "Nada es imposible si realmente creemos en ello y
luchamos. Todos tenemos que implicarnos en los asuntos públicos. Votar
cada cuatro años no funciona", afirma.
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