El Gobierno cambió la ley para facilitar la venta de tanques a Arabia Saudí que negociaba Corinna
- El Gobierno aprobó en 2012 un decreto ley para adaptarse a las exigencias del régimen saudí
- La amiga del rey era la intermediaria en la mayor operación comercial española de venta de armamento, estancada tras el escándalo de Botsuana
La cuantía: alrededor de 3.000 millones de euros,
más que lo que las empresas españolas de armamento suelen facturar todas
juntas en un solo año. El producto: 250 tanques Leopard 2 de licencia
alemana pero fabricados en España. El destino: Arabia Saudí, país al que
las organizaciones expertas desaconsejan vender armas por su constante
violación de derechos humanos. Y, como enlace comercial, una persona:
Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga personal del rey y empresaria cuyo
negocio consiste, precisamente, en trazar acuerdos internacionales de
este tipo.
Con ese tablero de juego, el 25 de mayo de 2012, el Consejo de Ministros aprobó un decreto leypara
facilitar el mayor contrato de venta de armas que ha tenido España
entre manos. El decreto de "medidas urgentes" permitía que España, como
país y no a través de ninguna empresa, firmara directamente contratos de
compraventa de armamento con otros estados. Esta fórmula era una exigencia del régimen saudí,
que no quería tener relación directa con el fabricante sino que el
Gobierno respondiera ante lo firmado y lo gestionara todo. La ley
española no permitía eso hasta el 25 de mayo de 2012.
El título de la disposición habla de "apoyo a la internacionalización"
de las "empresas del sector de la defensa", pero en realidad el
contenido habilita esos "contratos Gobierno a Gobierno" para la "gestión
de material de defensa con destino a la exportación". El decreto aclara
que es una fórmula utilizada por muchos otros países.
Esta decisión del Gobierno es un gesto contundente dentro de una
negociación que se había mantenido desde 2008 y en la que participa
activamente como intermediaria la 'princesa' Corinna, según ha publicado este jueves 20minutos.es.
En este caso, la amiga del rey no ejercería solo de representante de
los intereses de la Casa Real sino que estos negocios forman parte de su
modo de vida: su comisión por un acuerdo como este podría estar en
torno al 5%, según la misma información.
La amiga
del rey, que es empresaria dedicada precisamente a conectar intereses
en el mundo de la compraventa de armas, tiene relación con personas
muy influyentes en la famila real saudí. También con su entorno
empresarial, como en el caso de Mohamed Eyad Kayali, hombre de
confianza del príncipe Salman Bin Abdelaziz Al Saud, ministro de
Defensa de Arabia Saudí, y el que sufragó en Botsuana la famosa
cacería del rey que terminó en fractura de cadera y polémica nacional,
según publicaron varios medios. Aquella cacería de Botsuana, a mediados
de abril, había sido un intento de reconducir el acuerdo.
Tras el escándalo de Botsuana llega la aprobación de este decreto ley. Y
luego una reunión del rey, en la Casa Real, con el ministro saudí de
Defensa, el príncipe Salman bin Abdelaziz, en junio. Y apenas una semana
después, el monarca recibía al presidente de la empresa propietaria de
la fabricante, Corporación General Dynamics.
Ya antes, a través de esta red de influencia, las gestiones de Corinna
durante dos años acercaron mucho las posturas entre la empresa
fabricante y los militares saudíes, que llegaron a visitar un campo de
maniobras de Zaragoza para examinar los tanques. Una delegación
española se desplazó a Arabia Saudí con un Leopard para mostrarlo
allí.
La operación, sin embargo, no ha llegado a
fraguar y todo indica que será una empresa alemana la que se llevará la
adjudicación.
Arabia Saudí, un destino peligroso que conviene comercialmente
Arabia Saudí es uno de los destinos preferentes de la exportación de
armas española más cuestionado por las organizaciones que auditan la
venta de armamento español. La ley prohíbe exportar armamento (debe
hacerse siempre con autorización del Gobierno) a países que puedan
utilizarlo para reprimir a la población de su país. Arabia Saudí tiene
un historial terrible de violaciones de derechos humanos, con lo que
según estas organizaciones, como Amnistía Internacional o Fundació per
la Pau, la ley prohibiría una exportación como la que negociaba
Corinna.
Sin embargo, el interés comercial por
cerrar el acuerdo, valorado en 3.000 millones de euros, ha podido más.
"No voy a entrar a analizar el régimen político de Arabia Saudí.
España apoya a sus empresas", dijo en su momento el ministro de
Defensa, Pedro Morenés, para justificar la operación.
Morenés ha dicho en varias entrevistas que su Gobierno, como otros, entiende que " nada es perfecto en política y en el mundo,
pero si al menos se tiende a que las cosas mejoren, pues es bastante
admisible" y por tanto es lícito "tener un contacto con ellos a nivel
político y también comercial". Una de las personas encargadas de
facilitar ese contacto político y comercial fue la amiga íntima del rey,
y asesora geopolítica, Corinna zu Sayn-Wittgenstein.
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