20130312

La cobertura inmobiliaria de la banca "sana", en el punto de mira

la banca "sana" no estaba tan sana..



La cobertura inmobiliaria de la banca "sana", en el punto de mira

La supresión soslayada por parte del Gobierno de algunas coberturas sobre activos inmobiliarios ha permitido a los bancos sin ayudas europeas mantener en sus balances cierto tipo de activos, como el suelo, con unas provisiones inferiores a las depreciaciones impuestas a la banca nacionalizada.


Banqueros y analistas consultados consideraron que esta medida habría dejado tanto a la gran banca como a la mediana, integrada por Popular y Sabadell, en una situación de mayor vulnerabilidad a la vista del persistente deterioro económico y del ladrillo.

"Esto ha sido una discriminación positiva para la gran banca en comparación con los bancos que han necesitado ayudas públicas pero, al final, la rebaja del nivel de dotaciones supone que estas entidades grandes van a ir por detrás de la curva de deterioro de la economía y del mercado inmobiliario", dijo José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney Valores.

El diario El País sorprendió el domingo al publicar una información que recogía unos cambios normativos para el sector que no habían sido conocidos por gran parte del mercado.

En febrero de 2011 el Ejecutivo elevó mediante Real Decreto las exigencias de cobertura sobre el suelo hasta un 80 por ciento (60 en provisiones y 20 en colchón de capital) al tiempo que fijó en el 65 por ciento la cobertura para promociones en curso (50 en provisiones y 15 en capital).

El 31 de agosto del mismo año una disposición derogatoria eliminó las exigencias de colchones de capital, el mismo día en el que se redefinió el concepto de "core capital" como consecuencia del rescate bancario y se elevó, bajo la nueva definición de solvencia, al 9 por ciento desde el ocho.

"Sinceramente era más exigente tener un capital principal del 8 por ciento con un colchón adicional del 20 por ciento sobre suelo que el 9 por ciento de core capital de la EBA", manifestó el economista de Intermoney.

El Gobierno español pidió a sus socios europeos en junio del año pasado un crédito por hasta 100.000 millones de euros para su sector bancario, muy dañado por el estallido de la burbuja inmobiliaria a finales de 2007, que dejó al sector financiero con más de 180.000 millones de euros en activos problemáticos.

COMUNICACIÓN ERRÁTICA Y DESCUENTOS DE "REFERENCIA"

"En el caso del activo más problemático que tienen los bancos españoles, que es el suelo, sabe usted perfectamente que en el real decreto ley de febrero el provisionamiento llegó al 80 por 100 del valor", dijo en rueda de prensa el ministro de Economía el 31 de agosto, el mismo día en el que se publicó en el BoE la derogación de esta artículo.

Portavoces de Economía se limitaron a señalar que los textos del Boletín Oficial del Estado publicitan la información.

El consejero delegado del grupo de analistas independientes AFI, Ángel Berges, opinó que se ha intentando sin demasiado éxito desvincular a las entidades sanas de las nacionalizadas intentando aplicar unos ajustes inferiores a los realizados por los bancos de capital público con sus traspasos de activos al banco malo, cuya creación fue una exigencia de Bruselas para la concesión del préstamos.

"Por mucho que quieras evitar el efecto contagio, los descuentos que han aplicado los (bancos) nacionalizados son una referencia válida para todas las entidades", manifestó Berges.

Las entidades nacionalizadas, como Bankia, Catalunya Banc y NovaGalicia Banco, han traspasado al banco malo suelos con descuentos medios del 79,5 por ciento, y del 63,2 por ciento en promociones en curso.

Mientras, Santander, BBVA, La Caixa, Popular y Sabadell sólo se han visto obligados a realizar coberturas del 60 por ciento sobre el suelo y del 50 por ciento sobre promoción en curso.

Estas exigencias de coberturas son además inferiores a las establecidas en las pruebas de resistencia de Oliver Wyman. Esta consultora fijó unas pérdidas esperadas a tres años para el suelo en su escenario base del 72 por ciento y del 80 por ciento en el adverso y del 56 por ciento y del 65,7 por ciento para las promociones en curso.

Santander cuenta con coberturas del 61 por ciento sobre los activos adjudicados de 4.730 millones de euros del suelo, mientras que BBVA dispone de una cobertura del 62,3 por cieno por ciento sobre los 4.965 millones de euros de suelo.

"Prueba de las dificultades que se avecinan en el mercado inmobiliario es que Santander ha decidido provisionar 1.000 millones de euros más en 2013 ante una política de ventas más agresiva (en activos inmobiliarios)", recordó una fuente bancaria.

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