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Sánchez-Camacho se mostraba en 2010 como una víctima de la crisis obligada a comprar marcas blancas

Sánchez-Camacho se mostraba en 2010 como una víctima de la crisis obligada a comprar marcas blancas

  • Redujo sus vacaciones a cinco días, se quedaba en números rojos y sólo llevaba 10 euros encima


Desde que ELPLURAL.COM desveló en exclusiva los numerosos sobresueldos que Alicia Sánchez-Camacho cobraba del Partido Popular, llegando a percibir (entre sueldos oficiales, dietas y sobresueldos) cantidades cercanas a los 200.000 euros anuales, la dirigente catalana se ha mostrado reacia a hablar abiertamente de los emolumentos que obtiene por su dedicación a la política. Pero no siempre fue así. Hace poco más de dos años la presidenta del PP catalán no tenía reparos en alardear públicamente de sus maltrechas finanzas.

Una víctima más de la crisis
Prueba de ello es el reportaje que el diario La Vanguardia publicó sobre ella en noviembre de 2010. Tal y como ha informado este periódico, ese año Sánchez Camacho obtuvo 83.930 euros como senadora, 57.000 euros de sobresueldo por presidir el Partido Popular de Cataluña, 36.687 euros de sobresueldo abonados por el Grupo Popular del Senado, 600 euros obtenidos de la productora Cuarzo y 21.605 euros de dietas del parlamento catalán. Sin embargo, la dirigente del PP se presentaba como una víctima más de la crisis económica que incluso se había visto obligada a sustituir en su carro de la cesta los productos más punteros por marcas blancas mucho más asequibles para el bolsillo.

Cuando los ingresos se esfuman
Como el más común de los mortales, Sánchez-Camacho se quejaba de que todos sus ingresos se esfumaban entre la hipoteca -“para veinte añitos”-, el seguro del hogar, la asistencia sanitaria, la escuela de su hijo, la alimentación, el sueldo de la canguro y los demás gastos corrientes a los que tiene que hacer frente cualquier familia.

Ni siquiera coche propio
“Mi sueldo se lo llevan los gastos que tengo”, relataba con cierta desazón debido a que ni siquiera contaba con una segunda residencia ni disponía de coche propio -aunque a La Vanguardia se le olvidó decir que gracias a su condición de parlamentaria autonómica dispone siempre que lo necesita de un coche oficial-.

Unos eurillos al mes
Al final, entre gastos e hipoteca, Sánchez-Camacho reconocía que apenas podía ahorrar unos euros concluido el mes. Aunque eso sí, decidió abrir “una cuenta para emergencias” en las que contaba con 6.000 euros y otra cuenta de ahorro para el futuro de su vástago -“para que cuando cumpla 18 años pueda ir a la Universidad que quiera”.

Marcas blancas y menos vacaciones
Entre todas las estrecheces relatadas por Sánchez-Camacho destaca la que al igual que el “resto de familias monoparentales españolas” tuvo que adoptar a la hora de hacer la compra. “Si antes compraba marcas más concretas, ahora sólo compro marca para el niño, lo demás es marca blanca”, admitía. Además, y por si fuera poco, señalaba que si antes solía disfrutar de unos 15 días de vacaciones en verano, “entre el trabajo y la crisis” ahora solo puede disfrutar de “cinco días” de relax.

¡En números rojos!
Pero ahí no acababan las penurias económicas que padecía la que con el tiempo se ha demostrado ser una de las mejores políticas pagadas de toda España. En ocasiones, Sánchez-Camacho se quedaba en números rojos. Situación motivada por su falta de tiempo para abrir las cartas del banco con el objetivo de “revistar los extractos” y porque es un “desastre” a la hora de asegurarse que no gasta más de lo que ingresa.

Lo malo del crédito
Pero eso sí, La Vanguardia tranquilizaba al conjunto de los lectores señalando que “pese a esa ligera despreocupación por sus cuentas, tiene una economía saneada”. Algo que estaba motivado por las enseñanzas que le inculcó su padre y porque se había dado cuenta de que “en general, el ritmo de vida que hemos tenido estos años estaba por encima de nuestras posibilidades, queriendo tener los viajes a crédito, ¡todo a crédito!”.

“Una muy buena lección”
En este sentido, la presidenta del PP de Cataluña lanzaba la siguiente advertencia a la sociedad: “Al final el crédito lo tienes que devolver y eso tiene más ajustes dolorosos que una economía doméstica más rigurosa. Para mi padre era sagrado: nunca vivieron a crédito por encima de las posibilidades”. Un consejo que el periódico editado por el Grupo Godó no dudó en calificar como una “muy buena lección”.

10 euros en metálico
Por último, preguntada sobre cuánto dinero lleva encima, la dirigente catalana explicaba que “no mucho”. De hecho, aseguraba contar con apenas 10 euros en el bolsillo en el momento en que se realizó la entrevista.

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