20131130

Artículo de 1988 - Uno más no importa

artículo que describe el nepotismo en hispanistán, al que le falta, por lo menos, un poquito de crítica a ésta actividad tan extendida..

hay miles de inútiles en las altas esferas (son los que han conducido al país a a la situación actual) y parece que nadie es responsable de nada.. luego dirán que "la crisis vino de fuera".. claro, claro..

disfruten lo votado..


Artículo de 1988 - Uno más no importa



APELLIDOS EN EL PODER

Numerosos parientes ocupan altos cargos en la Administración pública


Cuatro conocidas familias socialistas (los Solana, Fernández Ordóñez, Yáñez-Barnuevo y Rodríguez de la Borbolla) ocupan 21 altos cargos en la Administración. Este dato parece indicar que el PSOE confía en sus allegados más directos a la hora de compartir responsabilidades políticas, y evidencia al mismo tiempo una firme defensa de la familia. Siguiendo su ejemplo, -no faltan en el actual organigrama de la nación matrimonios, hermanos, cuñados, primos y demás parentela. Entre el funcionariado de carrera se han producido, por otra parte, notables ascensos, que van desde las subdirecciones generales -primer escalón de designación directa hasta las cúpulas ministeriales.


Un espectador de tribuna vociferaba en el Bernabéu contra el defensa lateral del Real Madrid Jesús Solana porque no le gustaba su juego. En un momento de iluminación creyó descubrir la razón de la titularidad del futbolista, a su juicio inmerecida, y aclaró: "Natural, a ese Solana, como es sobrino del ministro de Educación y Deportes, Beenhakker no se atreve a quitarlo". La concurrencia no dijo ni que sí ni que no. El error del espectador era de esos que vienen dados por oír campanas y no saber dónde. La familia Solana no juega al fútbol, pero se prodiga en cargos públicos, una muestra más entre otras de una gran familia que crece según se van celebrando los consejos de ministros.,


La sombra del hermano es alargada

En el penúltimo, Luis Carlos Croissier, cuñado del secretario de Estado de Hacienda, José Ignacio Borrell, fue nombrado presidente de la comisión nacional del mercado de valores, y Magdy Martínez Solimán, hijo de Miriam Solimán, secretaria del ministro de Educación, Javier Solana, director general del Instituto de la Juventud.

Los Solana son casi una institución en la reciente vida pública española. Javier Solana es ministro de Educación; su hermano Luis, presidente de Telefónica. La mujer de Luis, Leonor Pérez Pita, Cuca, encabeza el comité de la moda de Madrid y participa en el Consejo de Administración de la empresa Mercado Puerta de Toledo, SA, dependiente del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. (La publicidad de Mercado Puerta de Toledo ha sido encargada a la agencia Vitrubio 30, SA, de la cual es directiva y accionista Montserrat Dexeus, mujer del ministro de Agricultura, Carlos Romero.) Un hermano de Cuca, Víctor Pérez Pita, es director general de Energía; otro hermano Solana, Ignacio, director gerente de Recintos Feriales de Madrid, SA (Refemasa), de titularidad municipal.

Si el clan de los Solana es amplio, el de los Yáñez-Barnuevo no se queda atrás: Luis Yáñez-Barnuevo es secretario de Estado de Cooperación Internacional e Iberoamericana y presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI). Su mujer, Carmen Hermosín, diputada y miembro de la ejecutiva federal del PSOE. Su hermano Juan Antonio es director del departamento internacional de la Presidencia del Gobierno. María Ángeles Yáñez-Barnuevo ha sido directora de gabinete de su propio hermano Luis hasta hace unos meses, y después, investigadora en el Centro de Estudios de América Latina. Ahora es miembro de la sociedad estatal del V Centenario. Otro Yáñez, Carlos, ha sido alcalde de Coría del Río hasta las últimas elecciones municipales, y un cuarto hermano, Gonzalo, es técnico de la diputación de Sevilla.

Si a los andaluces les resulta familiar el apellido Yáñez-Barnuevo, el de Rodríguez de la Borbolla lo vienen escuchando desde el reinado de Isabel II. El tatarabuelo de la actual -generación fue quien introdujo a la familia en el mundo político; el bisabuelo fue ministro de Gracia y Justicia; el abuelo, diputado en la II República. El padre hizo un paréntesis -se dedicó a la investigación-, y los hijos ocupan cargos relevantes. José es presidente de la Junta de Andalucía; su mujer, Gracia Sánchez, es secretaria del consejero de Educación de esta misma Junta. Ángel Rodríguez de la Borbolla es alcalde de Cazalla de La Sierra, y Pedro, concejal de Juventud y Deportes del Ayuntamiento de Sevilla.

También son tres los hermanos que han dado lustre al apellido Fernández Ordóñez: Francisco, ministro de Asuntos Exteriores desde 1985 (antes fue ministro de Hacienda y de Justicia con Unión de Centro Democrático); Miguel Ángel, secretario de Estado de Economía hasta su designación como representante español en el Banco Mundial. La esposa de este último, Isabel Alberdi, es subdirectora del Instituto de la Mujer y hermana, a su vez, de Cristina Alberdi, vocal del Consejo General del Poder Judicial. Por último, Rafael es secretario general del Centro de Estudio y Experimentación de Obras Públicas (Cedex).

Enredo en Valencia

La Generalitat, el Ayuntamiento y la Diputación de Valencia son escenario de cónyuges, novios, hermanos y cuñados, relacionados entre sí. El conseller de Cultura, Educación y Ciencia y vicesecretano general del Partido Socialista del País Valenciano, Cipriá Ciscar i Casaban, está casado con María Teresa Blat, funcionaria de la Consejería de Administración Pública de la Generalitat. La hermana de este consejero, Consuelo Ciscar, es compañera del conseller de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, Rafael Blasco, y secretaria particular del presidente del Consell, Joan Lerma.

Francisco Blasco Castany, hermano del conseller de Obras Públicas, es alcalde de Alzira y presidente de la Diputación de Valencia. Jordi Blasco, hermano de los anteriores, es diputado socialista en el Congreso (antes fue secretario general de la Consejería de Economía y Hacienda).

Encarna Lerma Blasco, hermana del presidente de la Generalitat, concejala del Ayuntamiento de Valencia y diputada provincial, cierra el capítulo de esta fraternidad autonómica.

Tal vez para no desentonar, Eugenio Burríel de Orueta, delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, está casado con María José Llombart Bosch, subdirectora general de Gestión e Inspección de los Tributos Inmobiliarios, en Madrid.

En el Gobierno central, el talante trabajador de las mujeres de algunos ministros parece evidente. A diferencia de las esposas de los titulares de UCI), mayoritariamente dedicadas a sus labores, algunas consortes socialistas están empleadas en la Administración, y en ocasiones, en el ministerio que preside su marido. Éste es el caso de Gloria Barba, esposa del titular de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, que ha sido nombrada, con su marido en la cúpula de Economía, directora general de Fomento del Comercio Exterior (Focoex).

A Solchaga no le hacen ninguna gracia las indagaciones periodísticas sobre estas vinculaciones laboral-conyugales porque considera que es injusto dar la apariencia de enchufismo, cuando su mujer lleva como funcionaria estatal desde 1967, en que ingresó en el Instituto Nacional de Estadística, y siempre ha demostrado su competencia profesional.

Otra pareja popular es la que forman la ministra portavoz del Gobierno, Rosa Conde, y Álvaro Espina, actual secretario general

Uno más no importa

de Empleo y Relaciones Laborales, con media vida en la Administración. Tampoco es partidaria de quedarse en casa Araceli Pereda, directora general de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid y esposa del ministro de Sanidad, Julián García Vargas. La mujer del ex ministro de Obras Públicas Julián Campo traba . ó durante un año en el Ministerio de Educación, con José María Maravall.La esposa de este último tiene un puesto de cierta responsabilidad en el Ministerio de Trabajo; la del anterior ministro de Justicia, Fernando Ledesma, tiene un cargo en la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. La mayoría son funcionarias. Algunas, como Araceli Pereda, han ascendido a puestos de confianza con anterioridad al nombramiento de sus maridos como ministros. Otras, no.

En niveles inmediatamente inferiores de la Administración se dan casos similares: Carlota Bustelo, subsecretaria de Asuntos Sociales, está casada con Juan Manuel Kindelán, presidente de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, y funcionario de toda la vida. La primera mujer gobernadora de Madrid, Ana Tutor, recibió su nombramiento al mismo tiempo que su cónyuge, Alfonso Sobrado Palomares, era elegido presidente de la agencia estatal de noticias Efe. La parlamentaria catalana Ana Balletbó y su marido, Eugeni Giral, forman pareja ideológicamente bien avenida entre el Congreso de los Diputados y el Consejo de Administración del Ente Público Radio Televisión Española.

Ludolfo Paramio, presidente de la Fundación Pablo Iglesias y miembro del comité federal del PSOE, es el marido de Carmen Martínez Ten, la nueva directora del Instituto de la Mujer. Ana Corcés Pando, subdirectora general de Información, Formación y Arbitraje del Instituto Nacional del Consumo, es la mujer del secretario de Estado para las Administraciones Públicas, Teófilo Serrano Beltrán. Luis de Vera Santana, presidente de la empresa estatal Auxini, está casado con Concepción Toquero Plaza, secretaria general técnica del Ministerio de Educación. Paulina Beato, consejera de Banesto y ex presidenta de la empresa Red Eléctrica Española, es la mujer de Federico Prades Sierra, director general de Previsión y Coyuntura del Ministerio de Economía.

Un cargo a la medida

El presidente del Senado, José Federico de Carvajal, y su novia, Elena Boira, letrada en Cortes, forman una de las parejas más conocidas gracias a su presencia intermitente en las revistas del corazón. Boira fue nombrada jefa de protocolo de la Cámara alta en otoño de 1986. Carvajal, en su calidad de presidente de la Mesa del Senado, efectuó el nombramiento a propuesta del secretario general de la Cámara.

Otro ejemplo de preocupación por el trabajo de la compañera lo ofrece Rafael Otero, consejero de Sanidad de la Junta de Castilla-La Mancha, que creó el servicio de Atención al Paciente de la Residencia Sanitaria de Toledo y nombró jefa del mismo a su mujer, Rosa Arconada.

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