20131228

La revuelta de «las horcas» se extiende por Italia

La revuelta de «las horcas» se extiende por Italia


La rabia por la interminable crisis económica lleva a miles de italianos a echarse a la calle para mostrar su desesperación. La nueva revuelta del movimiento de los «forconi» (los de la horca) prosiguió ayer por cuarto día consecutivo en muchas regiones italianas, con manifestaciones y bloqueos del tráfico. «Paralicemos Italia» es el eslogan de este movimiento de protesta que surgió en Sicilia en 2012, adoptando como símbolo las horcas («forconi»), que en el pasado fueron emblema de varias revueltas populares. Es un movimiento heterogéneo, que agrupa a ganaderos, camioneros, parados, inmigrantes, estudiantes, descontentos con los impuestos y grupos extremistas de derecha e izquierda. Protestan contra la globalización porque dicen que ha eliminado puestos de trabajo, critican a la UE y el euro y rechazan las políticas de austeridad.

Varios colectivos aprovechan la ocasión para manifestar su malestar. Así, los estudiantes asediaron ayer la universidad «La Sapienza» de Roma, enfrentándose a la Policía en protesta contra los recortes a los servicios públicos y a la educación. Diversos incidentes se registraron también ayer en Milán, Florencia y en Ventimiglia. Dos episodios en Génova y en Turín han sido muy comentados: varios policías se quitaron los cascos de protección, lo que fue interpretado por muchos como un gesto de solidaridad con los manifestantes. El secretario general del sindicato de policía Siulp, Felice Romano, explicó así tal acto simbólico: «Se ha agotado la paciencia, las instituciones y la política están muy lejos de los problemas de la gente». Algunos policías han aprovechado la revuelta para mostrar su rabia declarando que ellos también se sienten «angustiados por los impuestos y mal pagados» (el salario mensual de un policía es de 1.300 euros ).

El profundo malestar social y las protestas ofrecen una tentación incendiaria única para la demagogia y el populismo, y la ha aprovechado de inmediato Beppe Grillo, el líder del Movimiento 5 Estrellas. Grillo invitó a las fuerzas del orden a unirse a los manifestantes y no proteger a los políticos. También Silvio Berlusconi ha visto con simpatía la protesta y algunos dirigentes de su partido han manifestado su cercanía con las inquietudes de los manifestantes. La alianza populista de Grillo y Berlusconi, echando leña al fuego de la revuelta, se justifica porque ambos ven una oportunidad de «mandar al gobierno a casa», si la revuelta se agrava.

Acabar con el caos

El gobierno ha mostrado gran preocupación, prometiendo poner fin al caos. Enrico Letta, que el miércoles obtuvo el voto de confianza del Parlamento a la nueva mayoría gubernamental tras la salida de la coalición del partido de Berlusconi, se mostró muy crítico contra Grillo: «Las instituciones exigen respeto, no palabras ilegítimas que avalan la violencia e incitan a la insubordinación de las fuerzas del orden».

El ministro del Interior, Angelino Alfano informó ayer al Parlamento sobre las protestas, señalando que existe riesgo de que la protesta derive en rebelión contra las instituciones. «Vamos a reprimir cualquier amenaza y defender la seguridad de los ciudadanos» advirtió el ministro. El movimiento de los «forconi» ha amenazado con intensificar la protesta, bloqueando los camiones de transporte internacional y acudiendo a Roma desde toda Italia en la próxima semana «para hacernos con el Estado».

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