y las subvenciones al cine, y el "déficit de tarifa", y la misma "democracia".. en hispanistán hay muchas cosas que parecen un fraude..
disfruten lo votado..
Un fraude que da el cante en la industria discográfica española
La lista de ventas de discos en España en la semana entre el 9 y el 15
de este mes de diciembre se ha filtrado en internet, revelando no sólo
datos lamentables para el sector, sino también prácticas cuanto menos
engañosas a la hora de la entrega de las certificaciones por copias
vendidas (los llamados Discos de Oroy Platino).
Promusicae es la agencia encargada de contabilizar estas ventas y de
difundir cada semana las correspondientes listas, en las que figuran los
discos más adquiridos en formato físico o digital (recientemente
también se ha incluido el streaming).
Pero desde hace unos años (más o menos desde que las ventas empezaron a
caer en picado por la piratería), en este documento se ha eliminado la
columna donde figura la cifra exacta total de ventas. Así que el público
y los periodistas sólo podemos saber quiénes venden más, pero no
cuánto. Sin embargo, Promusicae sí difunde entre sus socios la versión
íntegra del documento -sin eliminar la citada columna de ventas
totales-, siempre recordando que su uso es «totalmente confidencial y de
uso interno». La web lareputada.com · Tu web de confianza
ha conseguido hacerse con él a través de una filtración, y las cifras
que arroja han resultado ser muy distintas a lo que se cuenta al
público.
No es la primera vez que ocurre algo así en nuestro país. En 2011 ya se
filtró una de estas listas originales, y Promusicae reconoció que los
datos que contenía eran «desgraciadamente ciertos». Unos superventas
como Maná habían vendido poco más de 4.000 copias. Y eran los números
uno. La Bien Querida cerraba la lista en el número cien, con sólo 75
discos. Lo pírrico de las cifras sorprendió a todo el mundo y fue muy
comentado en la prensa, pero aquella vez no hubo manipulación de datos
para otorgar las certificaciones, o al menos no se detectó.
El requisito ignorado
En
España, las cantidades necesarias para recibir el Disco de Oro y de
Platino eran originalmente de 50.000 y 100.000 copias vendidas,
respectivamente; en 2005 se rebajaron a 40.000 y 80.000, en 2009 se
volvieron a rebajar a 30.000 y 60.000, y actualmente están en 20.000 y
40.000.
Según el documento filtrado, Antonio Orozco apenas llevaba vendidas
16.000 copias de «Dos Orillas» cuando se le entregó el Disco de Platino
que certifica la venta de 40.000. Con el Disco de Oro lo mismo: se les
dio a Lady Gaga con 12.000, y a Abraham Mateo con 8.700. En casos como
el del nuevo disco de Orozco, el mismo día de su publicación se
anunciaba que «ya» era «Disco de Oro». Casi dos semanas después todavía
no había cumplido ese requisito.
Otros datos revelan lo poco que venden algunas sperestrellas, por mucho
apoyo mediático que tengan: en la semana de la lista filtrada, la
norteamericana Katy Perry sólo llevaba vendidos 4.000 ejemplares en ocho
semanas, el venezolano Carlos Baute aún menos, con 3.600 (en once
semanas), y otros como Eminem, Britney Spears o Little Mix apenas
rondaban las 2.000 copias vendidas en total.
Desde Promusicae aseguran no conocer la procedencia de la filtración,
pero admiten la veracidad de todos los datos reflejados. Ante el asunto
de la entrega de certificaciones, revelan una práctica sorprendente:
«Las certificaciones responden a los discos puestos en venta, no a los
adquiridos por el cliente». Así, los Discos de Oro y Platino no reflejan
el consumo del público, y por tanto su popularidad, ya que no se miden
por número de discos vendidos, sino «por los discos fabricados y puestos
a disposición del público».
Mercadotecnia
De este
modo, las certificaciones no son más que meras jugadas de mercadotecnia,
no indicadores del éxito de una obra fonográfica. Y esto, el público no
lo sabe. El comprador, cuando ve la pegatina de «ya es Disco de Oro»,
entiende que ha vendido las copias suficientes para serlo, no que sólo
lo es «potencialmente». Además, las entregas de Disco de Oro o Platino
siempre se celebran con glamour y boato, pero cuando no se cumplen las
expectativas y no se llega a la cifra requerida, esa certificación no se
devuelve.
Las grandes discograficas siempre han tenido la capacidad de alterarlas
listas de ventas. El mánager Brian Epstein, por ejemplo, compraba
cientos o incluso miles de copias de los primeros vinilos de los Beatles
para que la sensación de éxito diera inercia a las ventas. Pero ahora
sólo hay que fabricarlos para eso.
Este hecho marcaría una diferencia en la igualdad de oportunidades entre
sellos grandes y pequeños, pues los independientes no tienen la
logística necesaria para inyectar decenas de miles de copias en el
mercado y así inflar las posibilidades de obtener certificación.
«Incluso se compran certificaciones, ya sabes cómo son las majors»,
comenta un extrabajador de una multinacional, que prefiere quedar en el
anonimato.
Artistas consultados, que también prefieren no dar su nombre, recuerdan
que sus Discos de Oro se los han ganado «a pulso», y que jamás les han
llegado en pocos días. Este fenómeno se produciría, en su opinión, «con
más frecuencia en casos de artistas que dependen mucho de una temporada
concreta del año para vender su nuevo trabajo, y a los que les viene muy
bien el empujón de la certificación».
Bancarrota
Los
datos revelados por el documento filtrado muestran lo débil que está el
mercado discográfico, con cifras realmente desoladoras. Ahora mismo,
sólo se necesitan vender 500 copias para entrar en el Top40 español,
apenas 2.000 para entrar en el Top10 y aproximadamente 8.500 para llegar
al número uno. Y eso en estas fechas, en las que las ventas suelen ser
mucho mejores por los regalos de Navidad.
También se pueden extraer datos interesantes acerca de la importancia de
determinados artistas a la hora de «maquillar» el sombrío documento de
Promusicae. Entre Pablo Alborán, que se acerca a las 350.000 copias
vendidas de «Tanto», y Alejandro Sanz, que roza las 190.000, acaparan un
importante porcentaje de las ventas totales en España. Otros artistas a
los que parece irles bien son Melendi, con 102.000 copias vendidas de
«Lágrimas Desordenadas», o de Malú, que ha despachado 70.000 copias de
su disco de duetos.
Casos sonados
Manuel Carrasco
Universal Music anunció que el mismo día que se ponía a la venta
«Confieso que he sentido» (29 de octubre), se colocaba como Disco de Oro
(20.000 copias vendidas). Un reconocimiento dudoso, ya que el 9 de
diciembre llegaba a las 22.168, de las que 1.801 pertenecían a la semana
anterior. Difícilmente podría haber alcanzado esa cifra en 24 horas.
Lady Gaga
Por primera vez en España, Lady Gaga alcanzaba el Disco de Oro con
«Artpop», y además en su primera semana de vida (se publicó el 11 de
noviembre). Sin embargo, un mes después todavía anda muy lejos: 7.959.
Antonio Orozco
A Antonio Orozco se le ha adjudicado nada menos que el Disco de Platino
(40.000 copias) por «Dos orillas», pero ni siquiera llegaba al de Oro
este mes: 16.739.
Abraham Mateo
A sus 15 años es un ídolo adolescente, pero sus 8.732 álbumes vendidos
de «AM» (12 de noviembre) no llegan al Disco de Oro que se le asignó en
su primera semana.
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