tranquilos, que seguro que en hispanistán ya estarán pensando algo para seguir teniendo la electricidad más cara de Europa, y para impedir que las placas fotovoltaicas, que son rentables en UK y en Alemania (con mucho menos Sol) lo sean en hispanistán..
disfruten lo votado..
Energía solar más barata y segura
El precio es el gran obstáculo para la energía solar. Pero para algunos
expertos, no tardará en llegar una revolución energética de la mano de
la electricidad producida a partir del Sol. «La revolución llegará
cuando el precio de la electricidad solar se iguale al de la red en EEUU
y eso sucederá en cuatro años», según explicó a este diario en una
reciente entrevista Salim Ismail, director de la Universidad de la NASA y
Google, la Singularity University, y ex vicepresidente de Yahoo. «El
100% de las necesidades de electricidad estarán cubiertas por el sol en
menos de 25 años», vaticinó Ismail.
Los avances científicos en este campo de la energía ocurren a una
velocidad asombrosa, pero son escasos los que se pueden traducir en una
mejora en la producción industrial casi inmediata. Aunque, de vez en
cuando, sí sucede. Una investigación publicada hoy por la
revista Nature propone un pequeño cambio en el método de fabricación de
las llamadas células solares de segunda generación que podría abaratar en gran medida su fabricación y hacerla a su vez menos tóxica.
Estas células solares son muy diferentes a los paneles que todo el mundo
conoce y que vemos en los tejados de casas e instalaciones
industriales. Éstas son de silicio y se conocen como de primera
generación. Las células de segunda generación están construidas con otro
material llamado teluro de cadmio, que consiste en una fina película
sensible a la luz solar que puede ser instalada en ventanas - algo que
ya se está haciendo hoy en día- e incluso en superficies flexibles.
«Actualmente,
la forma más habitual de fabricar células solares de segunda generación
es tratándolas con una solución de Cloruro de Cadmio. El proceso se
llama activación y hace que pasemos de tener una célula con una
eficiencia del 1% o 2% a una por encima del 10% e incluso de cerca del
20%», aseguró Jon Major, investigador del Instituto Stephenson
de Energías Renovables de la Universidad de Liverpool (Reino Unido) y
autor del trabajo, el martes durante una teleconferencia con la prensa.
«El proceso es realmente esencial para tener células solares de alto
rendimiento. El problema es que el cloruro de cadmio es un compuesto altamente tóxico»,
explicó el investigador. Según el trabajo, este compuesto químico puede
causar cáncer de pecho, enfermedades cardiovasculares o alteraciones
genéticas y, si alcanza el ciclo del agua puede contaminar la fauna
acuática durante generaciones.
Y, además, es un material muy caro. «A escala de laboratorio
estamos pagando unos tres dólares por gramo, mientras que para las
industrias puede rondar los 0,3 dólares por gramo», dice Major.
Pero lo que eleva realmente el precio del proceso es tener que gestionar
los residuos y manejar el material adecuadamente.
Un material inocuo
Por ese motivo, el objetivo de los científicos era buscar alternativas
para ese compuesto que no mermaran la eficiencia de los paneles solares,
pero que no tuviesen los problemas ecológicos y económicos del cloruro
de cadmio. «La primera alternativa que cualquiera pensaría para usar un
cloruro no tóxico es el cloruro de sodio, la sal de mesa. Pero, cuando
lo usamos en el laboratorio, la eficiencia rondaba la mitad de la que se
obtiene usando cloruro de cadmio», recordó Major.
Pero
todo cambió cuando probaron a rociar las células solares con cloruro de
magnesio. La eficiencia se mantenía y era un material completamente
inocuo. «No sabíamos casi nada de este compuesto antes del trabajo, pero
es una molécula química muy barata increíblemente fácil de conseguir a
partir de agua de mar. Y tiene actualmente muchas aplicaciones
como sal de baño, suplemento mineral o como coagulante en la producción
del tofu, así que no es tóxico», dijo el investigador británico. Además,
su precio a escala industrial es de 0,001 euros cada gramo, 300 veces más barato que el compuesto tóxico.
Las células usadas por el equipo de la Universidad de Liverpool están lejos del récord de eficiencia del 44,7%
obtenido por el Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar de
Alemania. Pero, como recuerda Major a EL MUNDO, las claves de este
avance son la disminución del precio de producción industrial y la
reducción de los riesgos de toxicidad.
Otros expertos que no han participado en el trabajo valoran el avance,
aunque señalan que no se trata de una revolución para el sector. «El
coste del cloruro de cadmio es una pequeña parte del de la célula, del
orden del 2% (con cloruro de magnesio sería 0.1%). Pero evitar las
precauciones de usar cloruro de cadmio pueden ser muy importantes en
coste y en peligrosidad y ello puede inclinar a las compañías a adoptar
el procedimiento», asegura Antonio Luque, presidente del Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid .
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