20140716

Una vejación que acabó en tragedia


si hay un intento de robo en la calle, y el agresor acaba en el suelo, el causante acaba en la cárcel.. es lo que tiene la "igualdad"..

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Una vejación que acabó en tragedia



El herido en estado más grave de estas últimas fiestas de Sanfermín es un pamplonés de 41 años que permanece en coma después de que un joven estadounidense le golpeara para evitar que abusara de su novia. El norteamericano de 24 años le dio un puñetazo en la cara, la víctima se desequilibró, cayó al suelo y se golpeó la cabeza. Sufrió un derrame cerebral. El agresor está en libertad acusado de un delito de lesiones después de que la juez comprobara que actuó para «defender» a su pareja de «una situación vejatoria».

Los destinos fatales del vecino de Pamplona José Miguel Franco Garro y del joven Zachary Raphael Belway, se cruzaron el domingo en la calle Estafeta sobre las ocho y media de la mañana. José Miguel caminaba en «evidente estado de embriaguez», afirma el auto, cuando abordó a una joven norteamericana e intentó darle un beso a la fuerza. El novio acudió a defender a la chica y propinó un único puñetazo en la cara a la víctima, que le hizo perder el equilibrio. El hombre se golpeó la cabeza contra el suelo y quedó inconsciente.

Una ambulancia trasladó al herido al Complejo Hospitalario de Navarra, donde fue sometido a dos intervenciones quirúrgicas. El último parte médico de ayer indicaba que se encuentra «en coma inducido, en estado crítico». Efectivos de la Policía Municipal arrestaron al agresor. El joven declaró ayer durante varias horas y por la tarde la juez le puso en libertad, aunque sin pasaporte y con la prohibición de salir de España.

La magistrada imputa al encausado, que ha pedido perdón por los hechos, un delito de lesiones imprudentes. El auto señala que en las imágenes grabadas por las cámaras instaladas en la calle Estafeta se observa que la agresión ocurrió cuando el joven estadounidense observó que «un sujeto desconocido estaba intentado propasarse con su pareja, abordándola en la calle, sujetándole contra la pared a la vez que intentaba besarla mientras le agarraba por la cintura». La juez precisa que estos mismos hechos han sido descritos por la pareja del acusado, a la que también se debe considerar «víctima».

"Un único puñetazo"

«El detenido -agrega el auto-, al oír a su novia alarmada y ver el incidente, utilizó su puño y le propinó un solo golpe, que hizo que cayese contra el suelo, con tal mala fortuna que fue ese golpe contra el pavimento lo que ha causado las importantes lesiones que constan en los partes médicos». La magistrada indica que «no hay duda de la contundencia del golpe propinado», pero precisa que «debe tenerse en cuenta que fue un único puñetazo en el labio, y que no se vio seguido de más golpes o agresiones aprovechando una posible indefensión de la víctima».

Según las imágenes de las cámaras y las declaraciones de los testigos, el pamplonés que intentó los abusos estaba en un estado «de evidente embriaguez» y andaba zigzagueando. «Sin duda, su estado pudo afectar también a su pérdida de equilibrio al ser golpeado», dice la juez. Argumenta, por otro lado, que el imputado por la agresión no trató de huir del lugar. «De hecho -continúa el relato judicial- el joven se echa las manos a la boca y, tras alejarse un poco con su novia, vuelve al lugar y permanece allí sin necesidad de ser retenido por los viandantes».

La magistrada entiende que «no hay que restar importancia a la agresión», pero observa que «la motivación del detenido fue defender a su novia de una situación vejatoria», por lo que no se trata «de una agresión gratuita e inopinada, ni fruto de una pelea tan habitual en estas fiestas».

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