en un país decente Rajoy (y la plana mayor de su partido) habrían dimitido a la menor implicación con Bárcenas.. en hispanistán siguen todos en la poltrona..
disfruten lo votado..
Las carreras púnicas
Apenas han pasado horas desde que la Fiscalía Anticorrupción ordenó la
detención de 51 personas entre empresarios y políticos, entre los que
estaba Francisco Granados del Partido Popular o José María Fraile del
PSOE.
Tanto los seguidores de Esperanza Aguirre como los de Tomás Gómez,
relacionados política y personalmente con uno y otro respectivamente, se
han apresurado a defender la limpieza del comportamiento de sus
líderes. Mientras que Aguirre ha mostrado su estupefacción, Sánchez, el
líder del PSOE, ha dejado clarísimo que si algún cargo es imputado en
juicio oral, debe abandonar el puesto.
Mariano Rajoy, el Fiscal General del Estado y la propia Fiscalía Anticorrupción deben estar… ¿celebrándolo?
Las razones ocultas
Cualquiera que lea las noticias que explican las coordenadas de la
operación, lo primero que hace es pensar que el PP se está desmoronando.
Hasta que uno se da cuenta de que es un gobierno del mismo partido el
que ha activado esta trama. ¿Está Mariano Rajoy dinamitando las bases de
su propio partido? Pues no creo, porque Rajoy es muchas cosas pero
idiota no. Hay una razón que explique todo esto y no es que le cae mal
Francisco Granados.
Tampoco me parece una casualidad que esté involucrado alguien que fue
cercano a Tomás Gómez, candidato a la Comunidad de Madrid, pero ya no
tanto. Es perfecto para que Pedro Sánchez muestre su disposición a
cortar cabezas y ser implacable con los que sean sospechosos de
corrupción. Los empresarios, alcaldes, funcionarios implicados a priori,
son legión. ¿Cuántos de ellos entrarán en prisión? ¿Cuántos pasarán al
olvido una vez pagada la fianza? ¿Cuántos devolverán la cantidad
apropiada o usada para lograr un favor político? No tengo mucha fe en
que sean los que deberían. Las instituciones de justicia, a menudo, son
utilizadas para remover el río en el momento adecuado y para calmar las
aguas una vez que, siguiendo el refrán A río revuelto, ganancia de
pescadores, los políticos hayan logrado su beneficio normalmente en
moneda electoral.
¿Por qué iba a ser diferente esta vez? Pues no se me ocurre la causa. Lo
que sí creo es que esta operación aquí y ahora tiene unas causas que
probablemente no son evidentes.
La memoria del pez votante
Los estudios al uso advierten que el votante suele tener una memoria de
tres meses. Al cabo de ese tiempo, el escándalo es menos flagrante, el
robo menos irritante y el ánimo de combate para reivindicar que paguen
los culpables, se atenúa.
Un escándalo como el de la “Operación Púnica” de estos días, en el mes
de febrero se recordará como un ataque del Gobierno de Rajoy a los
corruptos independientemente del partido que sea. Y a la vez, será
rememorada la imagen del joven y nuevo líder socialista cuando no tardó
ni décimas de segundo en declararse en contra de los compañeros
corruptos. Esperanza indignada, todo el mundo enfadado, las detenciones
que siguen, los periódicos especulando acerca de cuántos más van a ser
arrestados… todo para que al final, en la campaña electoral de mayo del
2015, la misma Esperanza Aguirre o la candidata que sea, pueda decir
“Nosotros limpiamos con cal viva a los miembros de nuestro propio
partido, llevándonos por delante incluso a aquellos en quienes,
ingenuamente, confiamos personalmente”. Y para que, ante eso, en sonido
estéreo, Tomás Gómez y Carmona alardeen de haber apoyado al PP en esa
iniciativa y de haber denunciado ante su propio partido a decenas de
corruptos. O centenas! Da lo mismo. La cosa es que quede claro que están
limpios.
La primera consecuencia de ese movimiento es que Podemos se queda sin argumento:
- “¡Mira la casta como roba!”
- "¡Ah, no! Eso fue en el pasado, ya hemos expiado los pecados. ¿Qué otro argumento tienes?”
Y como los bancos han superado los test de stress, y “casualmente”
estamos en un momentazo de brotes verdes y visión optimista de la vida,
si el resto de Europa no nos da otro sustito, pues los peces-votantes no
tendrán tanto reparo en votar de nuevo a PP y PSOE. O todo lo más, a
Ciudadanos y UPyD allá donde se presenten.
¿Y si me equivoco? Pues nada… Rajoy se está pegando un tiro en el pie
que le va a venir de perlas si sabe aprovecharlo. El tiempo lo dirá.
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