Cómo son los desarrolladores de software libre

resulta que las mujeres que programan software libre representan sólo el 2% de los programadores.. evidentemente no se necesita mucho más para llegar a la conclusión que "el dominio de un sexo en cualquier actividad humana implica que las personas valiosas y creativas del otro no aportan lo bueno que podrían, y seguro que algo nos estamos perdiendo" (sic), porque evidentemente ésto debe ser una nueva demostración de la existencia del "heteropatriarcado falócrata opresor machista binarista machirulo maltratador occidental"..


sólo que en ésta ocasión hay algunos pequeños detalles que hacen que la situación sea.. particular:

• el 19% de los desarrolladores sólo tiene estudios de bachillerato.. lo que demuestra que a la práctica cualquiera puede desarrollar, no se necesitan estudios complicados al alcance de sólo unos pocos, ni asistir a Universidades altamente especializadas,


• las herramientas para desarrollar software libre son libres y gratuitas, y están al alcance de cualquiera con un mínimo de interés; hay infinidad de libros, tutoriales, cursos.. libres y gratis, en todos los idiomas, lo mismo que distribuciones GNU/Linux, que ya contienen todo lo necesario (de manera libre y gratuita) para programar,

así pues, si cualquiera puede programar (cualquiera puede acceder a los conocimientos y las herramientas para hacerlo), ¿dónde están las personas valiosas y creativas del otro sexo?

ah, claro: que han ido a una conferencia sobre las "relaciones no-binaristas y la igualdad en la identidad de género frente al heteropatriarcado opresor machista machirulo falócrata occidental".. y luego hablamos de "dominio de un sexo".. claro, claro..

disfruten lo votado..


Cómo son los desarrolladores de software libre

[..] La inmensa mayoría de estos programadores son hombres, la friolera de un 98% por ciento, y lamento tener que empezar con el dato más lamentable del estudio; pero esto debe cambiar: el dominio de un sexo en cualquier actividad humana implica que las personas valiosas y creativas del otro no aportan lo bueno que podrían, y seguro que algo nos estamos perdiendo. [..]